Paranoia
Enfermedad del Alma y de la sociedad.
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En realidad, hay muy pocas posibilidades; la paranoica rechaza los cuidados que atañen a los «nervios» o al carácter.
Y su falta de autocrítica hace que las visitas al psicólogo (las solicitadas solo por ellas), se hagan por su parte para tratar de «enmendar» a su consorte o acompañante y hacerle volver al buen camino, que es el que marque ella. Lo peor del caso es que se haga lo que se haga todo le parecerá (hasta el psicólogo), que va contra ella y se queja amargamente de este y de sus diagnósticos, que la contraríen.
Si se divorcia usará sacramentalmente a sus hijos para incordiar al marido y a su familia, en la convicción de que actúa correctamente aun en medio de las vilezas que puede llegar a cometer.
Aún en el caso en que se vea obligada a transigir (y no llega mas lejos que a eso) todo se tiene que hacer en tiempo y forma que ella determine, en su percepción patológica de la perfección de sus largas meditaciones, para hacer que las cosas se hagan a su manera. A lo «macarra».
De la codicia sobrevenida o que tal vez estaba larvada en el interior de cada una, no es lugar de hablar aquí, ya que sería interminable el trabajo. Pero es regla general en este tipo de mujer.
Es tan negra y vil hasta en sus menores detalles, que cuando vemos a una mujer de verdad que afirma con toda seguridad y calma, que ella no privará nunca a sus hijos de su padre, por muchas cosas que hayan pasado entre ellos dos, me quito simbólicamente el sombrero y recupero de nuevo la estima por la mujer sensata y noble.
A pesar de que muchas de las que hablan y hacen así, han sufrido vejaciones y humillaciones importantes para el resto de su vida, por parte de sus ex-parejas. Pero son inteligentes y disciernen.
Así es como ocurren las vicisitudes en el interior de muchas divorciadas. Vamos a dejar claro desde ahora mismo varias realidades, para despejar el hilo de nuestros razonamientos.
1) Hay hombres que son también paranoicos.
2) Hay hombres que son malos de toda maldad.
3) Hay hombres que se comportan como verdaderos brutos en su casa o en cualquier lugar por donde pasan.
4) Hay hombres que abusan de las mujeres de forma inicua.
5) Hay hombres de todas clases, que abusan hasta de sus hijos.
Y su falta de autocrítica hace que las visitas al psicólogo (las solicitadas solo por ellas), se hagan por su parte para tratar de «enmendar» a su consorte o acompañante y hacerle volver al buen camino, que es el que marque ella. Lo peor del caso es que se haga lo que se haga todo le parecerá (hasta el psicólogo), que va contra ella y se queja amargamente de este y de sus diagnósticos, que la contraríen.
Si se divorcia usará sacramentalmente a sus hijos para incordiar al marido y a su familia, en la convicción de que actúa correctamente aun en medio de las vilezas que puede llegar a cometer.
Aún en el caso en que se vea obligada a transigir (y no llega mas lejos que a eso) todo se tiene que hacer en tiempo y forma que ella determine, en su percepción patológica de la perfección de sus largas meditaciones, para hacer que las cosas se hagan a su manera. A lo «macarra».
De la codicia sobrevenida o que tal vez estaba larvada en el interior de cada una, no es lugar de hablar aquí, ya que sería interminable el trabajo. Pero es regla general en este tipo de mujer.
Es tan negra y vil hasta en sus menores detalles, que cuando vemos a una mujer de verdad que afirma con toda seguridad y calma, que ella no privará nunca a sus hijos de su padre, por muchas cosas que hayan pasado entre ellos dos, me quito simbólicamente el sombrero y recupero de nuevo la estima por la mujer sensata y noble.
A pesar de que muchas de las que hablan y hacen así, han sufrido vejaciones y humillaciones importantes para el resto de su vida, por parte de sus ex-parejas. Pero son inteligentes y disciernen.
Así es como ocurren las vicisitudes en el interior de muchas divorciadas. Vamos a dejar claro desde ahora mismo varias realidades, para despejar el hilo de nuestros razonamientos.
1) Hay hombres que son también paranoicos.
2) Hay hombres que son malos de toda maldad.
3) Hay hombres que se comportan como verdaderos brutos en su casa o en cualquier lugar por donde pasan.
4) Hay hombres que abusan de las mujeres de forma inicua.
5) Hay hombres de todas clases, que abusan hasta de sus hijos.