Padres y Madres Separados

Ayuda práctica, jurídica y psicológica padres, madres, separados, divorciados e hijos

S.A.P. Síndrome de alienación parental

El doctor José Manuel Aguilar Cuenca, psicólogo clínico y forense, está especializado en la evaluación y tratamiento de las patologías que se analizan en el ámbito de los tribunales, participa en más de un centenar de proyectos de investigación cada año, entre los que se incluyen estudios para distintas Administraciones y Universidades del estado.

La página de J. M. Aguilar

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CONDUCTAS EXPRESAS

Los progenitores niegan que ellos puedan hacer nada para cambiar las decisiones de sus hijos.

Les introducen en un proceso legal, recriminan los esfuerzos económicos y emocionales que el otro progenitor realiza para lograr ver a sus hijos.

Llevan a cabo acusaciones falsas de abusos sexuales y malos tratos, usan como apoyo y testigo en los juicios a sus hijos. En esta línea sugieren o llevan a cabo cambios en los nombres o apellidos de los menores.

A la vuelta de las visitas interroga a los hijos con intención de obtener detalles que usar en contra del otro progenitor. Mantiene con ellos secretos y códigos que les permiten comunicarse.

Refuerzan continuamente las poderosas razones que tienen sus hijos a odiar a su progenitor. Llevan a cabo grandes esfuerzos para recordarles que se ven obligados a aceptar que su progenitor les vea.

CONSECUENCIAS DEL SAP EN MENORES

Existe una relación entre la capacidad de entendimiento de los progenitores, y el menor riesgo a que los hijos presenten los problemas citados.

La angustia y ansiedad que los menores sufren en todos los procesos de separación y divorcio tiende a desaparecer conforme vuelven a la rutina de sus vidas.

En los menores victimas de SAP, la rutina que elaboran estará entonces formada por la asistencia a los continuos cambios de humor y reacciones de frustración y expresiones de odio, temor y peligro causadas por sus progenitores.

De esta forma, la primera pérdida que podemos enumerar es que nos encontramos con un empobrecimiento en distintas áreas del sujeto.

El segundo elemento que debemos considerar es que, ante la presencia o posibilidad de cercanía del progenitor alienado, muestran reacciones de ansiedad, crisis de angustia y miedo a la separación.

Es de esperar que, como consecuencia de lo anterior, se presenten alteraciones a nivel fisiológico en los patrones de alimentación y sueño, conductas regresivas – inadecuadas para la edad del sujeto-, y de control de esfínteres. En el ámbito académico puede esperarse disminución del rendimiento escolar y de la atención. Y en el ámbito social, de empobrecimiento de las habilidades sociales y de la capacidad empática, aumento de las conductas disruptivas y disminución del control de los impulsos.

En el área psicológica se ven afectados el desarrollo del autoconcepto y la autoestima, carencias que favorecen muchos otros problemas dentro de este plano.

Esta localización externa de sus fuentes de refuerzo va a traer consigo una baja capacidad para soportar la frustración, lo que podría correlacionar con problemas de comportamiento con graves consecuencias legales.

Es esperable que, en su percepción del mundo en todas sus áreas y matices, sus capacidades analíticas y de juicio se vean mermadas o resulten por completo inadecuadas, provocando su desajuste. Las acciones basadas en malas evaluaciones tenderán a ser una fuente continua de frustraciones, con lo que vendrá a sumarse a las reacciones conductuales antes descritas.

Estos niños, de adultos, tienen una gran probabilidad de ser inválidos emocionales, intelectualmente rígidos.