Protesta de padres separados ante las puertas del Congreso para reclamar la custodia compartida.
LA CUSTODIA COMPARTIDA,PREMISA FUNDAMENTAL PARECE QUE SE APARCA EN EL OLVIDO CUANDO HAY UNA RUPTURA DE PAREJA.
Publicado el
Uno de los principales objetivos de la
asociación, que existe en España desde hace
13 años es conseguir que se modifique
la ley del divorcio
“para que sea justa y
equitativa para ambos
sexos y para el
niño”, pide Joan.
Joan pone como ejemplo la reciente revisión judicial que se ha realizado sobre el divorcio en Francia que “sí se refiere al ámbito de la custodia y la división de los bienes. No habla sólo de la separación de dos personas, sino de obligaciones y derechos.
El divorcio es una rescisión de contrato con unas condiciones”.
La diputada popular Francisca Pol, experta en Derecho de Familia y vocal de la comisión de Interior y Justicia del Congreso, sostiene que sólo se tienen que hacer pequeñas modificaciones a la ley. Alude por ejemplo, al proyecto que regulará las visitas de los abuelos a los nietos tras el divorcio.
Pol reconoce que la legislación actual favorece a la mujer que se separa. “Hasta el día de hoy ella era la parte más débil, no trabajaba. La pensión compensatoria se tendría que revisar en las Cortes. Algunas audiencias las fijan para toda la vida”.
Carlos dice pasar a su ex casi dos tercios de su sueldo cada mes. “Se quedó el adosado, los muebles...”. Ha podido seguir adelante, es experto en márketing en Telefónica, la misma empresa en la que trabaja su ex, “en la misma planta”. “Es ridículo que a tu ex se le atribuya hasta el uso de un coche que está a tu nombre con lo que recibes de propina una media de 5 ó 6 multas al mes”.
Por no pagar las amonestaciones de su ex le embargaron una de sus cuentas. Entonces dejó de pasarle la pensión pero rápidamente le intervinieron la nómina.
“Después de 20 años de casado mi mujer –en el 97% de los casos lo solicitan ellas, dice el informe Iceberg– me planteó la separación. Fuimos a juicio, me condenaron a pagar más de lo que gano’, dice el oftalmólogo Jorge Skibinsky, quien tiene dos hijos. “Demostré que tenía tres o cuatro trabajos distintos y que si me quitaban alguno, no podía pagar, pero se presupone que tenía un alto nivel”.
Su actual mujer le ayuda económicamente. Las historias se repiten. En el caso de Alberto Martínez, delegado de la asociación en el Llevant, la ruptura llegó después de 17 años de matrimonios. “Mi ex no me dejaba ver a los niños, me puso denuncias por amenazas por llamar a casa, yo sólo quería ver a mis hijos”.
Con la sentencia que le permite a Alberto pasar fines de semana alternos y tres días con sus hijos, surge un problema: “Mis hijos están de un sitio para otro, no tienen dónde estudiar. La vivienda debería para los niños, no para los padres”.
Joan pone como ejemplo la reciente revisión judicial que se ha realizado sobre el divorcio en Francia que “sí se refiere al ámbito de la custodia y la división de los bienes. No habla sólo de la separación de dos personas, sino de obligaciones y derechos.
El divorcio es una rescisión de contrato con unas condiciones”.
La diputada popular Francisca Pol, experta en Derecho de Familia y vocal de la comisión de Interior y Justicia del Congreso, sostiene que sólo se tienen que hacer pequeñas modificaciones a la ley. Alude por ejemplo, al proyecto que regulará las visitas de los abuelos a los nietos tras el divorcio.
Pol reconoce que la legislación actual favorece a la mujer que se separa. “Hasta el día de hoy ella era la parte más débil, no trabajaba. La pensión compensatoria se tendría que revisar en las Cortes. Algunas audiencias las fijan para toda la vida”.
Carlos dice pasar a su ex casi dos tercios de su sueldo cada mes. “Se quedó el adosado, los muebles...”. Ha podido seguir adelante, es experto en márketing en Telefónica, la misma empresa en la que trabaja su ex, “en la misma planta”. “Es ridículo que a tu ex se le atribuya hasta el uso de un coche que está a tu nombre con lo que recibes de propina una media de 5 ó 6 multas al mes”.
Por no pagar las amonestaciones de su ex le embargaron una de sus cuentas. Entonces dejó de pasarle la pensión pero rápidamente le intervinieron la nómina.
“Después de 20 años de casado mi mujer –en el 97% de los casos lo solicitan ellas, dice el informe Iceberg– me planteó la separación. Fuimos a juicio, me condenaron a pagar más de lo que gano’, dice el oftalmólogo Jorge Skibinsky, quien tiene dos hijos. “Demostré que tenía tres o cuatro trabajos distintos y que si me quitaban alguno, no podía pagar, pero se presupone que tenía un alto nivel”.
Su actual mujer le ayuda económicamente. Las historias se repiten. En el caso de Alberto Martínez, delegado de la asociación en el Llevant, la ruptura llegó después de 17 años de matrimonios. “Mi ex no me dejaba ver a los niños, me puso denuncias por amenazas por llamar a casa, yo sólo quería ver a mis hijos”.
Con la sentencia que le permite a Alberto pasar fines de semana alternos y tres días con sus hijos, surge un problema: “Mis hijos están de un sitio para otro, no tienen dónde estudiar. La vivienda debería para los niños, no para los padres”.
