Padres y Madres Separados

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VIOLENCIA DOMÉSTICA QUI PRODES

Hace dos años y medio, poco antes de promulgarse la Ley Integral contra la Violencia de Género, la Plataforma por la Igualdad y la Custodia Compartida, colectivo de más de 30 asociaciones de madres y padres separados y asociaciones defensoras de la igualdad entre mujeres y hombres, afirmaba que está ley provocaría un aumento de muertes de mujeres

Rafael Rodrigo Navarro.

Licenciado en filosofía y doctor en psicología por la Universidad de Valencia.

Secretario de la Plataforma por la Igualdad y la Custodia Compartida

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De todos estos incrementos sólo se ha presentado a los medios de comunicación las muertes de mujeres. Los datos del Instituto Nacional de estadística dejan claro que estos incrementos coinciden con los años en que se inician las medidas de género en España (Ley 27/2003 de 31 de julio, Ley Orgánica 11/2003 de 29 de septiembre y la actual Ley orgánica 1/2004 de 28 de diciembre de Medidas de Protección Integran contra la Violencia de género).

No hay planteamiento científico que mantenga una hipótesis cuando los resultados con evidentemente contrarios a la misma. Y esto es precisamente lo que está ocurriendo con las medidas de género implementadas en España. Intencionalidades ajenas a la defensa de la mujer quedan patentes. Se trata una vez más trata de utilizar a la mujer para la confrontación política. La responsabilidad de esta situación está en que al utilizar con fines espurios el concepto de violencia de género, se ha dejado de analizar con corrección y en profundidad lo que ocurre realmente dentro del marco doméstico y no se están poniendo las medidas adecuadas para combatir dicha violencia.

Así España, que ocupaba el tercer lugar en el concierto de los países europeos en cuanto a menor violencia doméstica se refiere, marcha aceleradamente a ocupar uno de los lugares más destacados. En cualquier caso el ejercicio de la injusticia, en este caso sobre el varón, no es ni una medida inteligente ni acorde con lo que se espera de un estado de derecho.

Es evidente que se está tratando de apagar un incendio con gasolina por ello creo que hay que hacerse una importante pregunta , parafraseando a los pioneros de la sociología, Qui prodes? ¿A quien beneficia políticas tan contraproducentes? A partir de su respuesta seguramente encontraremos el camino que nos lleve a erradicar este mal.