20 años de miserable Ley de Divorcio
Se han cumplido 20 años de una Ley que pide a gritos su adecuación a los tiempos actuales
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Se cumplen 20 años desde la promulgación de la Ley de Divorcio.
Lo que entonces se intentó diseñar como un medio de resolver los conflictos familiares, se ha convertido, probablemente por la durísima oposición que entonces suscitó en la Iglesia y otros sectores sociales inmovilistas, en un mecanismo muy imperfecto que, lejos de resolver conflictos los potencia o crea en demasiados casos.
Las Asociaciones de Padres y Madres Separados venimos clamando desde entonces por su urgente modificación y denunciamos hasta la saciedad varios vicios terribles, entre otros:
a) El hecho de exigir una causa para las separaciones o divorcios que no sean de mutuo acuerdo implica la necesidad de acusaciones que en muchos casos son falsas y que evidentemente suponen un terrible obstáculo para el entendimiento en bien de los hijos. La causa más frecuente que se aduce es la de malos tratos físicos o psicológicos.
Lo que entonces se intentó diseñar como un medio de resolver los conflictos familiares, se ha convertido, probablemente por la durísima oposición que entonces suscitó en la Iglesia y otros sectores sociales inmovilistas, en un mecanismo muy imperfecto que, lejos de resolver conflictos los potencia o crea en demasiados casos.
Las Asociaciones de Padres y Madres Separados venimos clamando desde entonces por su urgente modificación y denunciamos hasta la saciedad varios vicios terribles, entre otros:
a) El hecho de exigir una causa para las separaciones o divorcios que no sean de mutuo acuerdo implica la necesidad de acusaciones que en muchos casos son falsas y que evidentemente suponen un terrible obstáculo para el entendimiento en bien de los hijos. La causa más frecuente que se aduce es la de malos tratos físicos o psicológicos.
