Cada cuatro minutos se rompe un matrimonio en España, según el Instituto de Política Familiar
28 de octubre de 2003
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
Cada 4,6 minutos se rompe un matrimonio en España, según el informe 'Evolución de la familia en España 2003', del Instituto de Política Familiar.
La cifra de rupturas matrimoniales alcanzó el año pasado las 115.000, un 11 por ciento más que el año anterior. El incremento se dispara hasta el 72 por ciento si se compara con las cifras de 1992.
Publicado el
"La situación es tal que las rupturas matrimoniales están creciendo a ritmos más acelerados que la creación de nuevos matrimonios", señaló Eduardo Hertfelder, presidente del Instituto de Política Familiar.
Así, desde 1996 al 2000, el ritmo de crecimiento de los matrimonios es del 7 por ciento y el de las separaciones del 26 por ciento.
Los matrimonios además duran cada vez menos. En concreto, el 52 por ciento de los matrimonios que se separan no alcanza los diez años de vida. El 69,3 por ciento se separan antes de los quince años de matrimonio.
Desde la entrada en vigor de la ley del Divorcio en 1981 se han producido en España 1,5 millones de separaciones y divorcios, de las cuales 900.000 son separaciones y 600.000 divorcios.
El informe, que se publicará próximamente, pone de relieve que cuatro millones de españoles se han visto afectados directamente por los cerca de millón y medio de rupturas matrimoniales acumuladas.
"Más de un millón de los afectados son niños, lo que hace la situación pueda calificarse como dramática en términos de trastornos de personalidad, fracaso escolar, etc.", señaló Hertfelder.
En su opinión, es urgente reorientar las políticas que las distintas administraciones vienen desarrollando. "Se asumieron políticas, por parte de las administraciones nacional y autonómicas, destinadas a amortiguar los efectos de la ruptura, pero no a prevenirla ni a ayudar a las familias a superar las crisis familiares.
El resultado es que el índice de duración de las nuevas parejas es cada vez más estrecho", dijo.
En este sentido, el IPF propone un paquete de medidas activas de prevención y ayuda a las familias. Entre otras cosas, el Instituto plantea el destino de una línea presupuestaria a cargo a las subvenciones del IRPF destinada a aquellas asociaciones que desarrollen servicios de orientación familiar, la profundización en las políticas de conciliación entre la vida familiar y laboral, y una política de vivienda adecuada.
"La administración estatal, autonómica y local no puede ser ajena a la crisis familiar y debe concienciarse de que en el momento en la que una familia necesita mas ayuda- como es en el caso de las crisis matrimoniales- es cuando mas ayuda debe tener por parte de las administraciones y no al revés.
Porque cuando una familia se rompe, toda la sociedad se rompe", concluyó.
Así, desde 1996 al 2000, el ritmo de crecimiento de los matrimonios es del 7 por ciento y el de las separaciones del 26 por ciento.
Los matrimonios además duran cada vez menos. En concreto, el 52 por ciento de los matrimonios que se separan no alcanza los diez años de vida. El 69,3 por ciento se separan antes de los quince años de matrimonio.
Desde la entrada en vigor de la ley del Divorcio en 1981 se han producido en España 1,5 millones de separaciones y divorcios, de las cuales 900.000 son separaciones y 600.000 divorcios.
El informe, que se publicará próximamente, pone de relieve que cuatro millones de españoles se han visto afectados directamente por los cerca de millón y medio de rupturas matrimoniales acumuladas.
"Más de un millón de los afectados son niños, lo que hace la situación pueda calificarse como dramática en términos de trastornos de personalidad, fracaso escolar, etc.", señaló Hertfelder.
En su opinión, es urgente reorientar las políticas que las distintas administraciones vienen desarrollando. "Se asumieron políticas, por parte de las administraciones nacional y autonómicas, destinadas a amortiguar los efectos de la ruptura, pero no a prevenirla ni a ayudar a las familias a superar las crisis familiares.
El resultado es que el índice de duración de las nuevas parejas es cada vez más estrecho", dijo.
En este sentido, el IPF propone un paquete de medidas activas de prevención y ayuda a las familias. Entre otras cosas, el Instituto plantea el destino de una línea presupuestaria a cargo a las subvenciones del IRPF destinada a aquellas asociaciones que desarrollen servicios de orientación familiar, la profundización en las políticas de conciliación entre la vida familiar y laboral, y una política de vivienda adecuada.
"La administración estatal, autonómica y local no puede ser ajena a la crisis familiar y debe concienciarse de que en el momento en la que una familia necesita mas ayuda- como es en el caso de las crisis matrimoniales- es cuando mas ayuda debe tener por parte de las administraciones y no al revés.
Porque cuando una familia se rompe, toda la sociedad se rompe", concluyó.