SINIESTRALIDAD LABORAL Y FEMINISMO DE GÉNERO
Recientemente han sido publicadas por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales las estadísticas provisionales sobre siniestralidad laboral en nuestro país.
Publicado el
Inmediatamente, desde el Instituto de la Mujer se afirma que los datos aportados están falseados.
¿Qué interés puede tener una organización feminista de género por datos sobre mortalidad laboral?
Veamos un ejemplo: según un exhaustivo estudio realizado por las fuentes anteriormente citadas, (http://www.mtas.es/Estadisticas/EAT/Welcome.htm),en el año 2001 el número de personas muertas fue de 1.030, de las cuales el 97% eran varones; esto significa que hace un año murieron en España en accidente laboral 1.003 hombres y 27 mujeres.
Como se ve, la desproporción en perjuicio del varón es aplastante. Y aquí es donde no les salen las cuentas a las organizaciones feministas : con estos datos en la mano, no pueden añadirlos al catálogo de discriminaciones de género.
Pero la cosa va mucho más allá; la cosa es realmente seria porque, entre otras cosas, estos datos ponen en entredicho uno de los axiomas del feminismo, a saber, aquel que afirma que las mujeres soportan los peores trabajos.
A tenor de estos datos (que por cierto, no tendría sentido falsear dada la diferencia existente) no parece descabellado pensar que, como mínimo, tienen los más seguros.
Como tampoco parece descabellado pensar, por tanto, que la siniestralidad laboral es un fenómeno marcadamente sexista, dado que sus víctimas mortales son, prácticamente en su totalidad ,de un mismo sexo y no del otro, y en un porcentaje muy superior, por cierto, al otro gran fenómeno de género con víctimas mortales que se da en la realidad sociológica española.
¿Pero es que alguien duda de que si las cifras se invirtieran en contra de la mujer esto sería inmediatamente interpretado como la mayor discriminación contra la mujer por ser mujer?
Señores/as políticos/as, señores/as directivos/as de los medios de comunicación:
si en cualquier estadística, al hacerse pública, se desglosan los datos por sexos,¿Por qué no se especifica esto también cuando se hacen públicos los datos sobre siniestralidad laboral?
¿Tan natural resulta que miles de hombres mueran en el tajo, año tras año, que ni siquiera merecen su público reconocimiento?
Que pasa, ¿que para eso estamos?
Quienes no consideramos más género que el humano no podemos aceptar el patrón machista como modelo a seguir , pero tampoco podemos considerar aceptable el patrón de este feminismo de género, voraz y depredador, que reclama todos los recursos y toda la atención mediática.
Feminismo, en fin, burgués, de despacho y subvención, que lucha por el derecho de la mujer a vivir medio mantenida en un piso obtenido por vía judicial y con una pensión compensatoria, como toda la vida lo habían hecho nuestras abuelas, y como toda la vida lo denunció aquel viejo feminismo igualitario, que luchó porque la mujer se dignificase por su trabajo asalariado y no por prebendas de género.
¡Varón: rechaza los trabajos de riesgo.!
¡Por la total integración de la mujer en el mundo laboral!
¡Por una siniestralidad laboral no sexista!
¡¡¡¡ MUJERES EN LOS ANDAMIOS, YA!!!!!
Carlos Díaz
¿Qué interés puede tener una organización feminista de género por datos sobre mortalidad laboral?
Veamos un ejemplo: según un exhaustivo estudio realizado por las fuentes anteriormente citadas, (http://www.mtas.es/Estadisticas/EAT/Welcome.htm),en el año 2001 el número de personas muertas fue de 1.030, de las cuales el 97% eran varones; esto significa que hace un año murieron en España en accidente laboral 1.003 hombres y 27 mujeres.
Como se ve, la desproporción en perjuicio del varón es aplastante. Y aquí es donde no les salen las cuentas a las organizaciones feministas : con estos datos en la mano, no pueden añadirlos al catálogo de discriminaciones de género.
Pero la cosa va mucho más allá; la cosa es realmente seria porque, entre otras cosas, estos datos ponen en entredicho uno de los axiomas del feminismo, a saber, aquel que afirma que las mujeres soportan los peores trabajos.
A tenor de estos datos (que por cierto, no tendría sentido falsear dada la diferencia existente) no parece descabellado pensar que, como mínimo, tienen los más seguros.
Como tampoco parece descabellado pensar, por tanto, que la siniestralidad laboral es un fenómeno marcadamente sexista, dado que sus víctimas mortales son, prácticamente en su totalidad ,de un mismo sexo y no del otro, y en un porcentaje muy superior, por cierto, al otro gran fenómeno de género con víctimas mortales que se da en la realidad sociológica española.
¿Pero es que alguien duda de que si las cifras se invirtieran en contra de la mujer esto sería inmediatamente interpretado como la mayor discriminación contra la mujer por ser mujer?
Señores/as políticos/as, señores/as directivos/as de los medios de comunicación:
si en cualquier estadística, al hacerse pública, se desglosan los datos por sexos,¿Por qué no se especifica esto también cuando se hacen públicos los datos sobre siniestralidad laboral?
¿Tan natural resulta que miles de hombres mueran en el tajo, año tras año, que ni siquiera merecen su público reconocimiento?
Que pasa, ¿que para eso estamos?
Quienes no consideramos más género que el humano no podemos aceptar el patrón machista como modelo a seguir , pero tampoco podemos considerar aceptable el patrón de este feminismo de género, voraz y depredador, que reclama todos los recursos y toda la atención mediática.
Feminismo, en fin, burgués, de despacho y subvención, que lucha por el derecho de la mujer a vivir medio mantenida en un piso obtenido por vía judicial y con una pensión compensatoria, como toda la vida lo habían hecho nuestras abuelas, y como toda la vida lo denunció aquel viejo feminismo igualitario, que luchó porque la mujer se dignificase por su trabajo asalariado y no por prebendas de género.
¡Varón: rechaza los trabajos de riesgo.!
¡Por la total integración de la mujer en el mundo laboral!
¡Por una siniestralidad laboral no sexista!
¡¡¡¡ MUJERES EN LOS ANDAMIOS, YA!!!!!
Carlos Díaz
