Padres y Madres Separados

Ayuda práctica, jurídica y psicológica padres, madres, separados, divorciados e hijos

eL MATRIMONIO, INCUBADORA DE LA PATERNIDAD

Se habla e investiga mucho sobre el vínculo de la madre con

sus hijos, sobre los derechos de los niños y las mujeres. Pero, al

tratar sobre la familia, el padre aparece como el gran olvidado.

Numerosos estudios recuperan el valor de la paternidad

y la relación entre esta y el matrimonio.

«Necesitamos varones que se den cuenta de

que la paternidad no finaliza con la concepción.

Y que asuman que la hombría no reside en su

capacidad de tener hijos, sino en la valentía de

criarlos y educarlos»

Barack Obama

 

en europa, recientes datos muestran cómo el nú-

mero de matrimonios ha descendido alarmantemen-

te. En España, las parejas que han optado por pasar

 

por el Registro Civil en los últimos diez años han

disminuido un 25 por ciento. Esta tendencia es aún

más acusada entre las bodas eclesiásticas, que han

caído un 52 por ciento entre 2007 y 2013. En la última

década en nuestro país, el descenso del porcentaje

de bodas ha sido del 27 por ciento. A ello debemos

sumar el elevado número de rupturas que también

 

hace patente la crisis que atraviesa la institución ma-

trimonial. Todos los años, según datos del Instituto

 

Nacional de Estadística, por cada diez matrimonios

que se celebran, se producen siete rupturas.

Estos datos tienen una consecuencia inmediata en

relación con los hijos, pues cuando el vínculo entre

 

hombre y mujer es débil, también lo es habitualmente

 

el vínculo creado entre ellos y los vástagos; y muy es-

pecialmente entre la figura paterna y sus descendien-

tes. En relación con las parejas casadas, cuando los

 

padres separados no viven con sus hijos —en países

desarrollados rara vez la custodia es compartida, y la

mayoría de las veces se le atribuye a la madre (68-88

por ciento)— las investigaciones demuestran que,

con el tiempo, la relación padre-hijo en muchos casos

 

acaba desapareciendo. Como reflejan diversas esta-

dísticas, diez años tras el divorcio, solo uno de cada

 

diez niños ve a su padre al menos una vez a la semana.

La desconexión padre-hijo es aún superior si nos

referimos a la separación de parejas que nunca habían

estado casadas. Estas no solo tienden a romperse con

 

mayor frecuencia que las que tenían un vínculo matri-

monial, sino que, además, los estudios exponen que,

 

una vez separadas, en un 90 por ciento de los supues-

 

tos el padre se desvincula totalmente de la familia.

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