Padres y Madres Separados

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DIÁLOGO ENTRE LOS PADRES DIVORCIADOS: UNA NECESIDAD PARA LOS HIJOS.

Julio Bronchal Cambra. Psicólogo.

(Artículo publicado originalmente en la revista EDUCAR BIEN Nº. 4. www.educarbien.es )

Papá, mamá...¡Hablad!

Estas Navidades, los abuelos paternos de María van a venir del extranjero para poder estar unos días con su nieta de ocho años.

La pequeña está entusiasmada desde que conoció la noticia.

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“Sí, de acuerdo, es necesario... Pero, ¿Sobre qué hablamos?”

Las áreas que afectan a los menores y requieren de acuerdos y coordinación entre los padres divorciados no son muy distintas de las que afectan a los hijos de parejas intactas. No obstante, cuando los padres están separados es bueno y conveniente que ambos se coordinen en distintas esferas que afectan a la vida de sus hijos.

Existen áreas donde esta necesidad de acuerdo es absolutamente imprescindible.

Sirva como modelo el seguimiento de la salud de los hijos, ya que requiere una postura conjunta y coordinada de los padres: filosofía médica, toma de medicación, vigilancia de enfermedades Etc. Cuando se discrepa en este campo, por ejemplo, el padre opta por medicinas alternativas (homeopatía, naturismo) y la madre por la medicina convencional, es todavía más necesario el acuerdo para evitar perjudicar a los hijos con la interrupción o no seguimiento de tratamientos.

La filosofía y valores sobre los que construir la educación es otro capitulo trascendente (valores religiosos y morales, Etc.).

Cuando los criterios son dispares el acuerdo debe hacerse sobre la necesidad de inculcar a los niños el respeto por las distintas opciones de cada progenitor, para no confundirlos.

Particular atención merece el seguimiento escolar y académico. Ambos progenitores deben esforzarse por transmitir a los hijos el mismo mensaje con respecto a la importancia de la formación, el respeto debido a los profesores al tiempo que se fomenta la autonomía y responsabilidad frente a las obligaciones académicas.

La experiencia nos dice que cuando hay desacuerdos o falta de comunicación, los niños aprovechan para confundir a sus padres, enfrentarlos y evitar las obligaciones escolares, todo ello en su propio perjuicio.

Finalmente, y sin ánimo de resultar exhaustivos, es muy importante, el acuerdo de los padres -precisamente por estar divorciados-, en el establecimiento de límites, hábitos diarios de sus hijos y formas disciplinarias. Si, por ejemplo, un progenitor es más indulgente con el horario de llegada a casa, que pueda serlo el otro, está ofreciéndo a los hijos una oportunidad para el reproche y el chantaje.

Es necesario que los padres no caigan en la trampa de competir en tolerancia hacia determinados comportamientos de los hijos, con el fin de ganárselos. Para evitar estas fisuras -que pueden ser aprovechadas por los menores en ciertas edades- es imprescindible el acuerdo y el diálogo entre los padres, con la intención de fijar normas claras, ofreciendo una postura coherente y coordinada.

En negativo los perjuicios, y en positivo los beneficios de dialogar, acordar y coordinarse en las áreas más importantes que afectan a nuestros hijos, deben ser factores que motiven a los padres al entendimiento y la superación de reticencias y desconfianzas mutuas.

LA NAVIDAD, UNA OCASIÓN PARA EL CONFLICTO... O PARA EL ACUERDO:

Las fiestas navideñas, predilectas para los niños, pueden ser el contexto de encuentros y desencuentros entre los padres divorciados. La flexibilidad hacia el otro y el beneficio hacia los hijos son, nuevamente, las reglas más generales para afrontar constructivamente las discrepancias.

En estas fechas, son puntos de conflicto habitual:

• La distribución de los periodos de vacaciones: unos prefieren estar con sus hijos la Nochebuena y el día de Navidad y otros conceden más importancia al periodo que incluye la Nochevieja y los Reyes Magos.

o A igualdad de condiciones y preferencias de los progenitores por cada uno de estos periodos, la mejor solución suele ser la alternancia por años.

o No obstante, siempre puede quedar abierta la posibilidad de que los niños pasen la Nochebuena con una familia y el día de Navidad con la otra. El día de Reyes también puede dividirse para que los menores reciban los regalos de ambas familias el mismo día.

• Los regalos para los hijos son, también, un punto de desacuerdo:

o En ocasiones puede ser frustrante para un niño –y también para el padre o madre que ofrece- recibir los mismos regalos repetidos de padres y familiares, sencillamente porque no han hablado previamente entre sí.

o La naturaleza de los regalos no debe confundir a los hijos y ofrecerles mensajes contradictorios. Debe evitarse que mientras uno aborrece y priva a los hijos de determinado tipo de juguetes (pistolas, P.E.) el otro aproveche la ocasión para “ganar puntos” con los hijos.

o Si el “regalo” consiste en un viaje a un lugar especial, por ejemplo, un parque temático, si los padres no se coordinan, el resultado puede ser decepcionante para los hijos.