Una madre, encarcelada por no entregar la custodia de su hija
al
padre y además retenerla
LEON.-
Una mujer, M.J.G.M., leonesa residente en una localidad
berciana, cumple hoy una semana de prisión en la cárcel leonesa de
Villahierro como consecuencia de impedir que el padre de su hija -de
seis años de edad- la visite, circunstancia que a la postre ha
derivado en que el padre de la menor, J.A.F.O., tenga reconocida en
sentencia la custodia de la pequeña.
Publicado el
Si bien ésta sentencia judicial
está actualmente recurrida y será vista próximamente en la Sección
Tercera de la Audiencia Provincial de León.
Además, el auto de prisión dictado por el Juzgado de Instrucción número 2 de Ponferrada la acusa de la presunta comisión de un delito de sustracción de menores.
Según la información que ha recabado este periódico, se da la circunstancia de que la menor, objeto del litigio, se encuentra actualmente en paradero desconocido. «Está con una persona de confianza», según relata la abogada defensora de M.J.G.M., Concepción Torbado, «para evitar que pueda estar con su padre, alcohólico, que consume drogas y que ha maltratado durante la convivencia a mi defendida e incluso física y verbalmente a su hija desde que nació».
Este extremo ha sido negado por el abogado defensor del padre de la menor, José Carlos Iglesias González, que confirma que su patrocinado lleva seis meses sin ver a su hija y además un mes sin saber dónde se encuentra.
«Contra el padre no hay ninguna sentencia en contra».
Pero, añade, «no estamos hablando de un incumplimiento en el régimen de visitas, la niña lleva desaparecida un mes y eso se llama sustracción de menores», afirma el letrado.
La sentencia emitida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Ponferrada, el 25 de julio de 2005, donde se reconoce para el padre la custodia de la menor desmonta una a una las acusaciones vertidas por su madre y que actualmente se encuentra en prisión.
La sentencia, actualmente recurrida ante la Audiencia Provincial de León, reconoce como hechos probados que en octubre de 2003 como consecuencia de la condena de J.A.F.O. como autor de una falta de insultos hacia M.J.G.M. se dictó la orden de protección a favor de ésta.
En febrero de 2004 y mediante sentencia de mutuo acuerdo se otorga la guarda y custodia de la hija a la madre, estableciendo un régimen de visitas en favor del padre.
A partir de ahí, relata la sentencia, «desde el primer momento de la ruptura M.J.G.M. ha obstaculizado injustificadamente el cumplimiento del régimen de visitas (...) imposibilitando que el padre y la hija se vieran durante varios meses».
Ante tal situación, el padre de la menor reclamó poder ver a su hija.
Consecuencia de este acto, M.J.G.M. ha sido condenada como autora de una falta de desobediencia a la autoridad en seis ocasiones.
Para subsanar estos problemas, las partes acuden a la Asociación de Protección de Menores (Aprome) para auxiliar en la entrega y recepción de la menor. En este centro, recoge la sentencia, se confirma que la relación entre padre e hija «es positiva y correcta» e indican que «M.J.G.M. manipula a su hija poniéndola en contra de su padre».
En un capítulo más de la historia, la sentencia da cuenta de una «insólita denuncia» de abusos sexuales. La madre denunció que el padre había violado a la niña. Extremo que acabó con al archivo de la causa penal, al no existir ni el menor indicio de realidad, reza el fallo.
La acusación sobre el alcoholismo del padre, también ha sido desmontada por el juzgado de Ponferrada. «No se prueba la existencia de alcoholismo, con la única aportación de un accidente de tráfico, en el que indica en el parte médico que el actor -en referencia al padre- oliera a alcohol, si bien debe añadirse que este mismo informe señalaba que la bioquímica de la sangre del actor dio correcta».
El juez concluye que el padre está capacitado para cuidar a la hija y que en cambio la actitud de la madre afecta negativamente a la menor.
http://www.elmundo-lacronica.com/cronicadeleon/articulo_03.asp? idart=2535285&idcat=4030
Además, el auto de prisión dictado por el Juzgado de Instrucción número 2 de Ponferrada la acusa de la presunta comisión de un delito de sustracción de menores.
Según la información que ha recabado este periódico, se da la circunstancia de que la menor, objeto del litigio, se encuentra actualmente en paradero desconocido. «Está con una persona de confianza», según relata la abogada defensora de M.J.G.M., Concepción Torbado, «para evitar que pueda estar con su padre, alcohólico, que consume drogas y que ha maltratado durante la convivencia a mi defendida e incluso física y verbalmente a su hija desde que nació».
Este extremo ha sido negado por el abogado defensor del padre de la menor, José Carlos Iglesias González, que confirma que su patrocinado lleva seis meses sin ver a su hija y además un mes sin saber dónde se encuentra.
«Contra el padre no hay ninguna sentencia en contra».
Pero, añade, «no estamos hablando de un incumplimiento en el régimen de visitas, la niña lleva desaparecida un mes y eso se llama sustracción de menores», afirma el letrado.
La sentencia emitida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Ponferrada, el 25 de julio de 2005, donde se reconoce para el padre la custodia de la menor desmonta una a una las acusaciones vertidas por su madre y que actualmente se encuentra en prisión.
La sentencia, actualmente recurrida ante la Audiencia Provincial de León, reconoce como hechos probados que en octubre de 2003 como consecuencia de la condena de J.A.F.O. como autor de una falta de insultos hacia M.J.G.M. se dictó la orden de protección a favor de ésta.
En febrero de 2004 y mediante sentencia de mutuo acuerdo se otorga la guarda y custodia de la hija a la madre, estableciendo un régimen de visitas en favor del padre.
A partir de ahí, relata la sentencia, «desde el primer momento de la ruptura M.J.G.M. ha obstaculizado injustificadamente el cumplimiento del régimen de visitas (...) imposibilitando que el padre y la hija se vieran durante varios meses».
Ante tal situación, el padre de la menor reclamó poder ver a su hija.
Consecuencia de este acto, M.J.G.M. ha sido condenada como autora de una falta de desobediencia a la autoridad en seis ocasiones.
Para subsanar estos problemas, las partes acuden a la Asociación de Protección de Menores (Aprome) para auxiliar en la entrega y recepción de la menor. En este centro, recoge la sentencia, se confirma que la relación entre padre e hija «es positiva y correcta» e indican que «M.J.G.M. manipula a su hija poniéndola en contra de su padre».
En un capítulo más de la historia, la sentencia da cuenta de una «insólita denuncia» de abusos sexuales. La madre denunció que el padre había violado a la niña. Extremo que acabó con al archivo de la causa penal, al no existir ni el menor indicio de realidad, reza el fallo.
La acusación sobre el alcoholismo del padre, también ha sido desmontada por el juzgado de Ponferrada. «No se prueba la existencia de alcoholismo, con la única aportación de un accidente de tráfico, en el que indica en el parte médico que el actor -en referencia al padre- oliera a alcohol, si bien debe añadirse que este mismo informe señalaba que la bioquímica de la sangre del actor dio correcta».
El juez concluye que el padre está capacitado para cuidar a la hija y que en cambio la actitud de la madre afecta negativamente a la menor.
http://www.elmundo-lacronica.com/cronicadeleon/articulo_03.asp? idart=2535285&idcat=4030