Padres y Madres Separados

Ayuda práctica, jurídica y psicológica padres, madres, separados, divorciados e hijos

REFLEXIONES SOBRE EL SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL

ASUNCIÓN TEJEDOR HUERTA

Psicóloga

Coordinadora de Psicología Jurídica del COPPA

El motivo de esta ponencia ha surgido por el alarmante aumento de "padres y madres alienados" que solicitan ayuda para resolver su problema porque no encuentran ninguna salida y se sienten doblemente alienados, por el progenitor alienante y por la justicia.

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Para Bone-Walsh, (Bone, J. Michael y Walsh, M., 1999) hay 4 criterios que permiten de manera razonable predecir que el proceso de alienación está en curso.

Obstrucción a todo contacto: la razón más alegada es que el otro progenitor no es capaz de ocuparse de los hijos, por lo que éstos no se sienten bien cuando vuelven de las visitas.

Denuncias falsas de abuso: sobre todo de tipo sexual, aunque también alegan el abuso emocional, acusándose los progenitores sobre juicios morales de la educación de los hijos.

Deterioro de la relación desde la separación: es el criterio más decisivo, por lo que es importante el estudio de la relación parental antes de la separación y no fiarse únicamente de lo que cuentan los hijos.

Reacción de miedo por parte de los hijos: el hijo puede mostrar una reacción evidente de miedo, de desagrado o de estar en desacuerdo con el progenitor alienador. Están sometidos regularmente a tests de lealtad.

Para Gardner (2002b) existen unas características de personalidad de los padres alienantes que se aplican en igual proporción a padres y a madres. Cuantas más características aparezcan mayor probabilidad de que el progenitor progrese del nivel moderado al grave. Este principio también se aplica a los niños que pueden progresar desde los niveles bajos hasta los más severos y el factor más importante que produce tal progresión es la duración de las maniobras de adoctrinación, especialmente durante los procesos de custodia.

Los padres alienantes son mentirosos, pero ellos consideran que el fin justifica los medios.

Se consideran padres perfectos.

Utilizan mecanismos de negación del SAP.

Los padres alienantes están enfadados y utilizan a sus hijos como armas.

Utilizan el poder para romper el vínculo con el progenitor alienado.

Aunque los progenitores alienantes son astutos y creativos en las maniobras de exclusión que utilizan, son al mismo tiempo ingenuos.

Sobreprotección del hijo antes de la separación.

Identificación patológica con el niño. En casos extremos pueden desarrollar una relación simbiótica con el niño.

Paranoia: pueden ver alrededor de ellos sólo maldad y malevolencia, especialmente proveniente del progenitor odiado.

Un progenitor que está lo suficientemente trastornado para inducir el SAP en un niño debe estar sufriendo algún trastorno psicológico. Para Gardner (2002b) algunos de los más comunes aplicables a los progenitores alienantes son: Trastorno psicótico compartido, Trastorno delirante, Trastorno paranoico de la personalidad, Trastorno límite de la personalidad y Trastorno narcisista de la personalidad.

Los síntomas que aparecen en los progenitores alienantes pueden ayudar al evaluador a decidir qué nivel del SAP es aplicable: presencia de psicopatología antes de la separación, frecuencia de los pensamientos de programación, de verbalizaciones de programación, de maniobras de exclusión, de denuncias a la policía y a los Servicios de Protección de Menores, litigios, episodios de histeria, de violación de las órdenes judiciales, éxito en la manipulación del sistema legal para mejorar la programación, riesgo de intensificación de la programación cuando consiguen la custodia.

En algunos casos de SAP, en especial en aquellos con falsas acusaciones de abuso, pueden existir características importantes en común con el Síndrome Munchausen por terceras partes (MSP) (Convay, R. 1997), en el cual los progenitores cubren sus necesidades presentando a su hijo como un enfermo.

Igual que sucede con el SAP, el MSP es mayoritariamente practicado por las madres, aunque los padres y otros cuidadores pueden también adoptar estos comportamientos. Los progenitores con MSP mantienen su equilibrio físico a través del control y de la manipulación de fuentes externas de gratificación social, incluyendo al niño y a las personas que le atienden. Hay al menos cuatro manifestaciones tipo en las que el MSP y el SAP se solapan:

1) Una madre MSP puede, durante el matrimonio, añadir falsas acusaciones de abuso a los síntomas imaginados del niño, precipitando así el divorcio.

2) En los casos en los que el progenitor MSP se siente rabioso o rechazado en el divorcio, manipular la atención médica del niño e involucrarle en falsas acusaciones de abuso puede cumplir múltiples funciones, incluyendo la venganza, el mantenimiento del lazo simbiótico con el niño y la preservación de la libertad para proseguir con su comportamiento MSP.

3) Un progenitor enfrentado a las pérdidas y al estrés del divorcio puede responder con un comportamiento tipo MSP para obtener apoyo social de parte del niño y quienes atienden a la salud de éste.

4) Un progenitor alienador puede exhibir un comportamiento MSP manipulando a los cuidadores médicos del niño con el propósito primario de dilatar su programa de alienación.