Padres y Madres Separados

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NUEVO MATRIMONIO: EL GATILLO PARA DISPARAR EL S.A.P.

Richard A Warshak
- University of Texas Southwestern Medical Center at Dallas, Dallas, Texas, USA

Periódico americano de Terapia Familiar. Número 28, pags. 229-241 - Año 2000.

Los esfuerzos de adaptación para ajustarse a un segundo matrimonio pueden provocar o exacerbar el Síndrome de Alienación Parental (PAS).

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Merece la pena considerar también lo que ocurriría si el segundo matrimonio de la madre fracasase (algo nada improbable, dado que los segundos matrimonios muestran tasas de divorcio mayores que los primeros).

En la mayor parte de estos casos los niños pierden todo contacto con su antiguo padrastro, incluso cuando este ha sido una figura central en su desarrollo (Brody, Neubaum, & Forehand, 1988). Mantener un vínculo cercano con el padre es un buen seguro contra tal pérdida. Mucho menos probable pero también posible, es la muerte o la incapacitación de la madre.

Una buena relación fuerte con su padre puede ayudar a estos niños en tiempos difíciles. Un historial de alienación del padre no haría más que agudizar la tragedia.

Un progenitor que simplemente no haya considerado alguno de los puntos mencionados anteriormente puede beneficiarse de una intervención en su educación, la cual es esencial para involucrar a la nueva pareja, porque él o ella ejercerán probablemente mucha influencia en la decisión última sobre el contacto del hijo con su otro progenitor.

Cuando el esfuerzo por eliminar al otro padre de la vida del hijo refleja el deseo de negarse a la realidad de la relación que generó al niño, el padre alienante debe ser ayudado a apreciar que esta negación puede satisfacer sus deseos a corto plazo, pero a costa del sacrificio del interés del hijo y, por tanto, del deseo a largo plazo del propio alienante de criar a un hijo sano. Además, negar la antigua relación limita la nueva relación matrimonial.

El nuevo matrimonio tendrá una base tanto más firme cuanto más asuman, más que eviten, los nuevos esposos la existencia de una pareja anterior. Los terapeutas debieran intentar facilitar la comunicación entre los esposos acerca de esos pensamientos no expresados y de esos sentimientos hacia la antigua pareja.

Esto puede fomentar una reducción general de la ansiedad y de la necesidad de eliminar al otro progenitor de la vida del hijo.

Si el progenitor que vuelve a contraer matrimonio está genuinamente preocupado por el impacto que pueda tener sobre el hijo el mantenimiento de una relación con el otro progenitor, estas ansiedades deberán examinarse junto con todos los adultos involucrados. Cada parte deberá reflexionar sobre aquello que él mismo y los demás pueden hacer para reducir esta ansiedad. Por ejemplo, un padre puede proporcionar una cierta indicación a la madre sobre en qué medida valora a su hijo, si le describe algunas de las rutinas y actividades que comparten el padre y el hijo. El objetivo es ayudar a la madre a ver la realidad de la relación, proporcionándole una experiencia concreta de lo que destruiría si lograra alienar al hijo del padre.