Padres y Madres Separados

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NUEVO MATRIMONIO: EL GATILLO PARA DISPARAR EL S.A.P.

Richard A Warshak
- University of Texas Southwestern Medical Center at Dallas, Dallas, Texas, USA

Periódico americano de Terapia Familiar. Número 28, pags. 229-241 - Año 2000.

Los esfuerzos de adaptación para ajustarse a un segundo matrimonio pueden provocar o exacerbar el Síndrome de Alienación Parental (PAS).

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El progenitor que vuelve a casarse, el otro, el adoptivo y el niño, cada uno de ellos pueden contribuir al problema. Las fuerzas dinámicas subyacentes incluyen los celos, la herida en el ego, el deseo de venganza, el deseo de borrar al ex cónyuge de la vida del hijo para "hacerle hueco" al padrastro, los sentimientos de competitividad entre el ex cónyuge y el padrastro, el nuevo intento de la pareja de unirse frente a un enemigo común evitando el reconocimiento de conflictos en el matrimonio, el intento del niño para resolver el conflicto interno y las violaciones de los límites paterno filiales. Tratamos sobre estas fuerzas y sugerimos el tratamiento para las mismas.

Los progenitores que se divorcian tratan con frecuencia de minar el afecto del hijo por el otro progenitor. Cuando tales esfuerzos se caracterizan por denigrar grave y reiteradamente al otro padre, el hijo corre el riesgo de sufrir apartamiento del padre denigrado. Gardner (1985-1998) introdujo el término "Síndrome de Alienación Parental" (PAS) para describir este fenómeno.

El Síndrome de Alienación Parental tiene un diagnóstico controvertido, en gran medida por el hecho de ser utilizado con frecuencia en el litigio por la custodia. Los críticos argumentan que los testimonios de PAS carecen de fundamentos científicos adecuados para poder ser admitidos, que simplifica en exceso la etiología de los síntomas que subsume, y que puede inducir a decisiones sobre la custodia que comprometan el bienestar de los hijos. (Para una revisión de la literatura y el análisis de la controversia, ver Warshak 1999a, 1999b).

No existe controversia, sin embargo, sobre el hecho de que algunos niños sufren ciertamente el alejamiento o alienación del otro progenitor tras el divorcio, alejamiento que no tiene su base en la historia previa de las relaciones entre el padre y el niño. Y que a menudo el otro progenitor contribuye al alejamiento a través de una amplia gama de manipulaciones. Si el niño sucumbe o no a estas manipulaciones y si, en tal caso, puede aplicarse el diagnóstico de PAS para describir la perturbación que el niño sufre, hay acuerdo en la literatura científica en el sentido de que está muy claro que exponer al niño a la hostilidad no resuelta de sus padres le produce un gran stress (Emery, 1982; Grych &Fincham, 1990; Kurdek & Berg, 1983; Shaw & Emery, 1987).

Cualquier cosa que uno pueda hacer por comprender las circunstancias en que este fenómeno pueda darse y por entender las dinámicas subyacentes, servirá para ayudar a la familia.

En la experiencia de Gardner, el Síndrome de Alienación Parental se produce primariamente en el contexto de las disputas por la custodia de un hijo. Algunos padres litigantes oponen la alienación (el alejamiento del otro padre) como reacción a la amenaza de perder la custodia, o en la esperanza de que las esperanzas que exprese su hijo le ayudarán a prevalecer en la disputa por la custodia. Gardner contempla la expresión de estas disputas mismas como los síntomas iniciales, que serán revisados a medida que los médicos y los investigadores tengan más experiencia sobre el PAS.

Expandiendo el concepto de Gardner, Carwright (1993) mostró que los desacuerdos financieros, así como otros relativamente triviales, también pueden provocar PAS.

Este artículo pone en discusión otra situación que a menudo se asocia al alejamiento injustificado de los niños respecto a un padre. El matrimonio de un padre, subsiguiente al divorcio (o a la ruptura, en el caso de padres no casados) puede generar o intensificar las críticas destructivas de cualquier progenitor hacia el otro (1).

Las demandas para modificar los regímenes de custodia pueden a veces verse acompañadas de este tipo de comportamientos. Incluso cuando el objetivo es obtener la custodia, los vapuleos y las malas palabras que se dan en el contexto de un nuevo matrimonio a menudo reflejan los esfuerzos maladaptativos para ajustarse a la transición familiar.

Este artículo describe e ilustra algunas de estas dinámicas, y sugieren medios para influir en ellas.