CUSTODIA COMPARTIDA: foto seriamente velada
EL PAÍS, miércoles 25 de mayo de 2005
Lluís Boada
El padre resulta
tan necesario como
la madre para
el desarrollo del niño.
Un Gobierno paritario no debería olvidar
el principio de igualdad al regular la guarda
de los hijos tras el divorcio, sostiene el autor.
Publicado el
Estamos ante la actualización
de un anacronismo. Hoy en día
son tantos los estudios comparativos
que demuestran los beneficios
de la custodia compartida sobre
la custodia exclusiva no sólo para
los niños, sino también para ambos
progenitores —con excepción
de los beneficios materiales que
pueden perder quienes cuentan
con las custodias exclusivas—,
que es posible empezar a superar
con fundamento las visiones catastrofistas
de las rupturas familiares
si se ofrece a los hijos la
oportunidad de disfrutar de una
relación por igual con ambos progenitores.
Tales estudios se vienen realizando en países como Estados Unidos, Canadá, Suecia o Francia, donde la custodia compartida es una práctica jurídicamente admitida y de aplicación cada vez más amplia. En muchos casos se trata de investigaciones de alto nivel, publicadas en instituciones del mayor prestigio, como la Universidad de Harvard, por ejemplo, o como el Informe a la Comisión de los Estados Unidos sobre Bienestar Infantil y Familiar preparado en 1995 por la American Psychological Association, la cual concluyó que “es absolutamente indispensable una mejor política para reducir el actual enfoque conflictivo que ha dado por resultado la custodia exclusiva materna, la participación limitada del padre y la falta de adaptación tanto de los niños como de los padres.
Esa política deberá favorecer el incremento de la mediación, la custodia compartida y la educación de los progenitores”.
Tales estudios se vienen realizando en países como Estados Unidos, Canadá, Suecia o Francia, donde la custodia compartida es una práctica jurídicamente admitida y de aplicación cada vez más amplia. En muchos casos se trata de investigaciones de alto nivel, publicadas en instituciones del mayor prestigio, como la Universidad de Harvard, por ejemplo, o como el Informe a la Comisión de los Estados Unidos sobre Bienestar Infantil y Familiar preparado en 1995 por la American Psychological Association, la cual concluyó que “es absolutamente indispensable una mejor política para reducir el actual enfoque conflictivo que ha dado por resultado la custodia exclusiva materna, la participación limitada del padre y la falta de adaptación tanto de los niños como de los padres.
Esa política deberá favorecer el incremento de la mediación, la custodia compartida y la educación de los progenitores”.