Padres y Madres Separados

Ayuda práctica, jurídica y psicológica padres, madres, separados, divorciados e hijos

INFORMES PERICIALES EN ASUNTOS DE FAMILIA

: CRÍTICA METODOLÓGICA, GARANTÍAS PARA EL USUARIO Y PROPUESTAS PARA SU MEJORA.

Julio Bronchal Cambra, psicólogo.

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RESPUESTAS CORRECTAS A PREGUNTAS EQUIVOCADAS:

¿EL MEJOR CUSTODIO O LO MEJOR PARA LOS HIJOS?

Sin embargo, todo lo apuntado anteriormente va orientado a encontrar una respuesta probablemente correcta a una pregunta normalmente equivocada: tras la separación de los cónyuges, ¿Cuál es el mejor custodio de los hijos?

Toda la crítica y el esfuerzo metodológico anterior va encaminado a encontrar al progenitor más apto. Sin embargo, la asignación de la custodia al progenitor más apto no tiene que, ni suele coincidir, con la solución óptima para los menores cuyos padres se han divorciado o se van a divorciar.

Posiblemente la solución correcta tiene mucho más que ver con favorecer las relaciones parento-filiales que con patrimonializarlas y restringirlas. La mejor solución está más próxima al significado de conservar que al de amputar.

Siempre habrá un padre, de los dos, más competente que el otro, pero ello no justifica, de ninguna manera, la obstrucción efectiva de su función parental, ni que los hijos tengan que ser alejados de él. Metafóricamente: siempre tendré una mano más hábil que la otra, pero ello no implica que la más torpe me tenga que ser amputada.

Consecuentemente, proponemos un nuevo papel para la psicología en los juzgados de familia: ésta debe asesorar a los usuarios y a los profesionales de la justicia para que queden garantizados los dos derechos humanos fundamentales señalados en el principio del artículo:

§ el derecho de los hijos a disfrutar plena y significativamente de sus padres, independientemente de la situación relacional de estos y

§ el derecho de toda mujer y de todo hombre a ejercer plenamente su función parental, a ser verdaderamente madre o padre de sus hijos.

Resumiendo, nuestra propuesta consiste en reconvertir el trabajo psicológico en los juzgados de familia, de una labor de discriminación de facultades a otra de mediación, asesoramiento y resolución de problemas coparentales.

Bajo este prisma, los psicólogos deberían, en todo caso, ayudar a los padres en conflicto a encontrar, desde la filosofía de la custodia compartida, las soluciones mejor adaptadas al grupo familiar concreto que les consulta.

Este nuevo propósito nos parece más cercano a los fines de la psicología profesional, al nivel de conocimientos científicos actuales y más acorde con los requisitos deontológicos de la práctica psicológica.

No sólo es que la psicología deba abandonar los escenarios donde se la tienta a jugar un papel ideológico, sino que el bienestar actual de miles y miles de niños exige una profunda e inmediata revisión crítica de lo que ha venido haciéndose durante décadas en el campo de las periciales psicológicas en asuntos de familia.