Padres y Madres Separados

Ayuda práctica, jurídica y psicológica padres, madres, separados, divorciados e hijos

Un niño de doce años pide a la jueza que le permita vivir con su padre

El pequeño está ahora bajo la custodia de su madre, a quien dice rechazar.

El menor ha hecho llegar una copia del escrito a los abogados de sus dos progenitores

Una carta escrita con todas las de la ley

Una orden de alejamiento impide las visitas paternas

LA VOZ DE GALICIA 6/02/2004

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Pegar carteles en las calles, con ayuda de sus compañeros de clase, es lo último que se le ha ocurrido hacer a un niño ourensano de 12 años que afirma no querer seguir viviendo con su madre y se dirige a la Justicia para que tenga en cuenta sus derechos y le permita vivir con su padre. Incluso apela a la Constitución.

Escrito a mano, firmado, fotocopiado, y pegado con celo en numerosas paredes del centro de la ciudad -para que pueda leerlo el mayor número posible de personas-, el manuscrito se ha convertido en un asunto más que añadir al complicado juicio de separación que mantienen los padres del niño desde hace más de dos años y cuyas sentencias han hecho que, a día de hoy, la madre tenga la custodia del menor.

«Un verdadero cerebrito»

Fue el propio autor de la carta quien hizo llegar una copia a la jueza que lleva el caso, a los abogados de sus padres y hasta a su psicólogo. Incluso sus profesores y el director de su colegio son conocedores de las actividades «extraescolares» a las que se dedica el estudiante, al que califican como «un magnífico alumno y un verdadero cerebrito».

Matriculado en sexto curso, el niño es explícito en la carta a pesar de su corta edad. «Mi deseo es vivir con mi padre, que es quien se preocupa de mí», apelando a la sensibilidad para defender su causa. «Pido el apoyo de todos los que pueden ayudarme ya que, aunque soy niño, creo que deben respetarse mis derechos», dice.

Nada de eso asusta al responsable del colegio en el que estudia, que ha sido partícipe involuntario no sólo del divorcio de los padres, sino del efecto que ha producido la separación en la conducta del pequeño dentro de las aulas. Duda, eso sí, de la veracidad de las acusaciones que el chico vierte sobre su madre al decir que «impide que vea a mi padre y me maltrata casi a diario». «Si eso fuera cierto, nosotros lo sabríamos», comenta el docente.

En la carta escrita por el joven, de la que La Voz ha omitido todos los datos personales para mantener la intimidad del menor, pueden leerse detalles como el juzgado que lleva el caso o el régimen de custodia en el que vive el menor con la que llama su «madre biológica».

El niño demuestra saber bien cuál es su situación legal. a insistencia del joven estudiante de doce años por ver a su padre radica en que en estos momentos esas visitas están imposibitadas al recaer sobre el progenitor una orden judicial de alejamiento, tanto del menor como de su madre.

A todos los efectos, y mientras se resuelven nuevos recursos en el juzgado, la progenitora es quien se encarga de la educación y cuidado del niño, algo a lo que, a juicio de la carta, éste no se resigna.
 
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