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Migoya: ?Muy pocos hombres podemos ser putas

NURIA LABARI

Muñoz Molina y Pere Gimferrer encabezan el manifiesto de apoyo a "Todas putas"

Hernan Migoya ha contestado con ironía y buen humor a las preguntas de los internautas. Para Migoya, la polémica que ha levantado su libro será evitable el día que ? aprendamos todos a reírnos de nosotros mismos?, porque, según Migoya, ese será el día en que ? las máscaras del terror y la hipocresía caerán inútiles

El humor es la llave de todo?

(http://elmundolibro.elmundo.es)

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Sobre el relato “El violador”, que ha vertebrado toda la polémico que se ha ido dibujando en torno a el libro, Migoya ha explicado que el objeto de esta narración no es siquiera la violación en sí misma sino que “ trata en el fondo más sobre los modos establecidos en nuestra sociedad de relacionarse entre hombre y mujer (o, dicho de manera más antropológica, los ritos de apareamiento humano) que sobre el hecho de la violación”- y añade:

“Quería poner de manifiesto, entre otras cosas, la hipocresía y la torpeza que envuelven muchos de esos acercamientos entre hombre y mujer, sobre todo entre la juventud (emborracharte para atreverte a ligar, etc.).

La idea del violador me sirvió para darle un giro irónico y totalmente satírico al tema”.


¿Por qué “Todas putas”?

En cuanto al título, provocador donde los haya, Migoya ha explicado que maneja un concepto del vocablo “puta” muy particular. “Para mí, - ha explicado- como para muchas mujeres, el concepto 'puta' no es necesariamente negativo (…) Y el concepto de 'puta', tal como yo lo entiendo (llevar la sexualidad a flor de piel de una manera casi inconsciente; para nada me refiero a la profesión de prostituta: en mi libro no aparece ni una, deliberadamente) es eminentemente femenino.

Muy pocos hombres podemos ser putas.”

No obstante, Migoya no ha negado su voluntad provocadora a la hora de escribir el libro y ha explicado que esta actitud, lejos de ser sensacionalista, busca plantar cara a los tabúes que la sociedad impone.

“Cuando la sociedad impone unos tabúes, me siento obligado a rascar en ellos hasta que el monstruo se despierta”.

El precio de la fama

Como no podía ser de otro modo, Migoya ha tenido que responder a múltiples preguntas que le acusaban de oportunismo antes que de víctima de la censura. Migoya ha confesado que siempre ha deseado ser famoso pero se ha lamentado del cariz que han ido tomando los acontecimientos.

“Si todo no fuera en realidad parte de una conspiración contra una persona que no soy yo- decía Migoya- (porque sé que en realidad a quien ha hecho estallar el escándalo le importa un pimiento el libro o su contenido, éste ha sido un mero vehículo), no me importaría. Pero me siento bastante apesadumbrado. Siempre he querido ser famoso, pero a través y desde detrás de mis libros (de su contenido), no por coyunturas socio-políticas ni con mi careto saliendo en todos lados”.

Última aparición pública

Asimismo, el autor de “Todas Putas” ha manifestado sentirse muy apesadumbrado por las connotaciones de esta polémica. “Me produce muchísimo pudor y remordimientos haber sido el ariete involuntario utilizado por los políticos para iniciar una caza de brujas contra Miriam. Miriam Tey es la persona más progresista que conozco del PP y también del PSOE”.

Para finalizar, Migoya ha manifestado su deseo de ponerse a escribir cuanto antes y de que acabe esta absurda polémica lo antes posible.

Hasta el momento, el encuentro en elmundolibro es la “entrevista más larga que ha concedido y ha querido, además, expresar su deseo de que “ésta sea mi última intervención pública hasta que se pueda hablar del libro sólo en términos literarios”.