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Denuncias de abuso sexual: falsedad y veracidad (Mamá dice que papá me hizo una cosa horrible)

Por Marta D. de Albarracín *
Directora de proyectos del Conicet sobre maltrato, abuso y su prevención. Presidenta de la institución Ecosistemas Humanos. El texto publicado pertenece al artículo "Denuncias de abuso sexual: falsedad y veracidad",

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En cuanto a los pediatras, la complejidad de temas médicos y psicosociales implicados en el abuso determina que la mayoría de ellos no estén suficientemente preparados para responder a este sector de su práctica clínica.

La insuficiencia curricular, los factores afectivos limitantes y la carencia de cursos de especialización afectan su práctica.

Si las evaluaciones médicas están bien conducidas, sirven al interés del niño y su familia.

Por el contrario, una evaluación inadecuada puede dañar al niño y a su familia, por el estrés del examen y por la desinterpretación de los hallazgos clínicos.

Un estudio realizado sobre respuestas a cuestionarios de 147 profesores y 64 residentes encontró insuficiente su preparación para este tipo de práctica clínica.

Por lo general, los pediatras no disponen de un protocolo estandarizado de examen ni de un adecuado apoyo interdisciplinario.

Falsas denuncias

Tal como reconoce la American Psychological Association, no existen perfiles específicos de los abusadores, porque, como sus víctimas, son heterogéneos. Una constelación de factores que determinan el riesgo o la resistencia a cometer abusos intervienen en el fenómeno de la violencia familiar.
Cuando los niños abusados no son identificados, o no reciben adecuado tratamiento, el costo para la sociedad, a largo plazo, es muy alto.
Los adultos que fueron abusados requieren más psicoterapias e internaciones, y tienen más conductas antisociales y autodestructivas que los otros.

Cuando un niño está en riesgo, los psicólogos se ven involucrados.
Ellos pueden contribuir significativamente a la adopción de medidas en por del bienestar del niño, y los datos que proveen deben aportar claridad para la toma de decisiones por el tribunal.
La American Psychological Association se ocupa de actualizar periódicamente guías para instruir a los profesionales y al público en general.
En nuestro país, la falta de unidad en el nivel de formación de los psicólogos en nuestro país y la carencia de asociaciones que supervisen su nivel de experticidad en la práctica, determinan que una importante porción de la población que debe ser evaluada por temas de protección de los menores no reciba un servicio adecuado.
Los servicios no adoptan ni entrenan a su personal en modelos de evaluación basados en la evidencia científica.
Tampoco se acude al consenso científico sobre el tipo de información que debe recogerse, ni sobre el método para hacerlo, que debe ser sensible y específico.
Las decisiones basadas en informes de profesionales inexpertos o prejuiciados pueden ser altamente destructivas para la familia y la sociedad.

En nuestra experiencia con consultas provenientes de la Justicia, el alto número de casos que entrañan diversos grados de incertidumbre para la toma de decisiones es alarmante.

La hipótesis de que las denuncias son usadas de manera creciente para impedir el contacto con un progenitor, en los casos de disputa por visitas o tenencia, dio lugar al estudio comparativo entre las denuncias producidas en el contexto de disputas legales y las originadas en otras circunstancias.