Padres y Madres Separados

Ayuda práctica, jurídica y psicológica padres, madres, separados, divorciados e hijos

VIOLENCIA NO DE GÉNERO - NO-VIOLENCIA DE GÉNERO

Jordi Parramon Blasco escribe tras reflexionar:

Publicado el

Según las estadísticas, los hombres son víctimas aproximadamente del 80% de las acciones violentas; pero, como estas acciones casi siempre provienen de otro hombre, no tienen por qué ser objeto de ninguna campaña de sensibilización social.

Lo mismo cabe decir de las agresiones, no tan numerosas, producidas entre mujeres.
¿A quién le importa se peleen dos borrachos en una taberna o dos pescaderas en un mercado?
A pesar de la elevadísima frecuencia con que se producen estos incidentes, no dejan de ser casos aislados.

Sólo cuando la violencia adquiere unas dimensiones cuantitativas o cualitativas considerables, como con el terrorismo, la delincuencia organizada o las bandas juveniles, se convierte en un problema social, "de orden público".
Pero, claro, en eso el discurso feminista "de género" tampoco tiene nada que decir.

Consideremos, de paso, el extraño caso de la violencia de mujer a hombre (extraño, pero no raro, como bien sabéis) y por qué no se incluye, como su opuesto, dentro de la definición de violencia de género.
Por supuesto, no se incluye porque quienes han lanzado y definido dicho concepto son sexistas y no conciben tal cosa, pero no podemos conformarnos con esta explicación.

Recordemos que las víctimas de la violencia de género lo son (eso dicen) "por su condición de mujeres".
¿Hay alguna mujer que ataque a un hombre "por ser hombre"?
Esa es la cuestión.
El discurso feminista lo va a negar siempre, y cuando se vea forzado a admitir que hay mujeres violentas atribuirá esa violencia a otras causas que nada tienen que ver con la condición masculina de la víctima (defensa propia, sobre todo).

Por otra parte, ya hemos visto que la violencia masculina se dirige principalmente contra otros hombres.
La femenina ¿contra quién se dirige: contra otras mujeres o contra los hombres?
Si resultara que la dirigen especialmente contra los hombres, además de confirmar la victimización mayoritaria del varón tanto por agresores de uno como de otro sexo, cabría deducir que las mujeres son (siempre en proporción al total de agresiones infligidas) más propensas que los hombres a ejercer la violencia de género.

Un escándalo difícil de digerir:
es mejor esconder este polvo bajo la alfombra.