Padres y Madres Separados

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Quiéreme, no me mimes

La "sobreprotección" de los padres provoca que los niños sean "dependientes o déspotas", según Aprime

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18 de noviembre de 2002, 17h15 VALENCIA, 18 (EUROPA PRESS)
La Asociación de la Comunidad Valenciana para la Promoción de los Derechos del Niño (Aprime) realizó hoy un llamamiento a la sociedad para reflexionar sobre los efectos de la "sobreprotección" de los padres.
Al respecto, la presidenta de esta entidad, Amelia López explicó que el exceso de cuidados hace que los menores sean en el futuro "dependientes y frágiles o arrogantes y déspotas".

Con motivo del Día Internacional de los Derechos de la Infancia, que se celebrará el próximo miércoles, Aprime hizo público hoy un manifiesto, cuyo lema "Quiéreme, no me mimes" trata de alertar a los padres para evitar que asuman las responsabilidades, preocupaciones y frustraciones de sus hijos.

En este sentido, López indicó que "los padres que sobreprotegen a sus hijos asumen como propias las frustraciones de los menores, les ayudan en todo y les resuelven todos sus problemas" y acaban siendo "controladores y guías" de sus hijos, sin dejarles libertad para desarrollar su personalidad, dijo.

Asimismo, la psicóloga Gema Pons, miembro de Aprime, señaló que el excesivo cuidado de los hijos provoca que "los niños no aprendan a tolerar la frustración, ni a ponerse en el lugar de los otros, lo que les hace ser frágiles o déspotas".

Además, destacó que unos padres sobreprotectores se caracterizan por "dar ayuda a los niños constantemente, pensar y decidir por ellos, ridiculizar sus ideas propias, hacerles las tareas, y, en definitiva, no dejarles asumir riesgos razonables".