Padres y Madres Separados

Ayuda práctica, jurídica y psicológica padres, madres, separados, divorciados e hijos

Importancia de la figura paterna

EN EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD DEL NIÑO Y LA NIÑA PREESCOLAR.

Autor: Lic. Edgar García.

Publicado el

LA RESPUESTA ES EDUCATIVA.

Para superar los escollos que impiden un crecimiento y toma de conciencia real sobre el papel del hombre en su desempeño paterno dentro del núcleo familiar, es necesario que sus integrantes asuman la responsabilidad natural de amar y formar a sus hijos.

La familia es la llamada a iniciar y transmitir los valores para que prevalezca una nueva sociedad sobre la base de una verdadera dimensión humana y ecológica perdida hasta ahora. Para ello el triángulo familiar tiene que fortalecerse y creer en ellos mismos como personas, dentro de esa experiencia de ser familia que decidieron amorosamente estructurar para acrecentarse en lo personal.

Los procesos de crecimiento humano se inician dentro de la dinámica familiar y esto dura para toda la vida.
Si es necesario reaprender para ser padres comprometidos, pues se hará por el bien de la misma sociedad.

Corresponde a papá y a mamá construir desde su sistema el país que se quiere.
Dar a los hijos los modelos efectivos que necesitan, educarlos y fortalecerlos conscientemente para que se den el permiso de amar con respeto y ternura a los seres humanos que les tocará triangular.
Y la escuela como aliada natural y estratégica de este proceso, tiene la responsabilidad de integrar y acercar a los padres al conocimiento más reciente sobre como potenciar y optimizar el desarrollo armónico e integral de sus hijos.

El maestro, como lo refiere Barroso (ob, Cit), "... es el creador que da apoyo, forma y acompasa. Por vocación y por oficio se consagra al difícil arte de completar lo que los padres han dejado de completar." (p.318), es un modelo sólido y necesario para reforzar los variados procesos de crecimiento que se producen en el seno de la familia.

La solución ante el problema planteado es educativa.

Padres y maestros responsables, haciendo causa común, deben acordar estrategias puntuales para promover el desarrollo total de la familia, para así garantizar los derechos que tienen los niños de ser protegidos, atendidos, educados y amados en ese hermoso sendero de transformarse en individuos con una sólida y equilibrada personalidad.