Importancia de la figura paterna
EN EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD DEL NIÑO Y LA NIÑA PREESCOLAR.
Autor: Lic. Edgar García.
Publicado el
FAMILIA Y AUTOESTIMA.
El padre y la madre son importantes para el niño. Cada uno aporta en su vinculación exclusiva el componente psicológico y emocional suficiente, que le permitirá sentirse atendido en sus necesidades propias que solicita su desarrollo integral.
Papá y mamá contribuyen al desarrollo de una alta autoestima en el niño y la niña, los lazos de amor que se establecen en el seno familiar, permiten una vida y personalidad emocionalmente estable.
En esa dinámica de relaciones parentales, se establecen las bases para una estima positiva y poseer la actitud suficiente para ser exitoso y triunfador.
Para Corkille (1980) "... la autoestima es el factor que decide el éxito o el fracaso de cada niño como ser humano." (p.21) y es la familia en primera instancia, quien ofrece el contacto más íntimo para atar a los hijos con el amor y el respeto de sí mismo como una persona valiosa, digna de amar y sentirse amado.
El contacto auténtico y lleno de plenitud, le enseña al niño y a la niña a valorarse a sí mismo y a quienes se relacionarán posteriormente con ellos.
Y serán felices, en la medida que se le ofrezca una experiencia familiar que estimule su crecimiento, potencialidades y autoestima.
Lo que nuestros hijos sean como personas integrales, dependerá en suma medida, de la conciencia que tengamos de esa efectividad y proactividad en la formación de sus personalidades.
El aprendizaje que ofrece el contexto familiar es definitivo. Los hijos serán lo que sus familias le ofrecieron.
LA RELACION DEL PADRE CON SUS HIJOS E HIJAS.
El padre en su relación con su descendencia aporta lo masculino, la fuerza, lo racional, la capacidad de riesgo.
Es una relación formal y asumida y que se puede ver amenazada por la falta de contacto, la descalificación, el maltrato físico y verbal así como del mal manejo de situaciones familiares que se ocultan con la mentira y la incongruencia con lo que se dice y se siente en realidad.
La única manera para que se produzca el rompimiento de esa vinculación es por el abandono real y físico del padre, bien sea por el divorcio, la muerte o el abandono consciente para liberarse de la responsabilidad de criar al hijo.
Esa relación biológica y orgánica que se atesora desde que ocurre el encuentro entre las células germinales, no podrá ser reemplazada por nadie.
Insistir que el rol paterno puede ser asumido por cualquier hombre, descalifica al padre y refuerza toda una conducta social del machista "padrote" que deja a su paso niños y niñas destriangulados y abandonados de todo cariño paternal.
Hasta ahora se ha creído que los papás sólo aportan sus espermas para que en el vientre de las mamás se inicie todo un proceso biológico y fisiológico que permitirá dar vida a un nuevo ser, y que la relación de este con su papá se inicia justamente a partir de ese momento.
Sin embargo en estudios realizados de reciente data, se ha comprobado biológicamente que la relación se inicia desde el mismo momento en que ocurre la concepción.
Resulta que los investigadores del Memorial University en Saint Jean de Terranova (Canadá) constataron que a los hombres también les ocurren cambios hormonales cuando van a ser padres.
Aunque se presentan en niveles inferiores que el de la mujer, estos presentan el mismo esquema.
El estudio agrega que de las 34 parejas estudiadas, todos los padres manifestaron síntomas similares a los de las madres y lo denominan "embarazo empático". (El amor paternal, 2000. Enero, 5)
Por esto, no se puede afirmar terminantemente que el amor de madre es el único, existe el del padre que desea a su hijo e hija para sentirse y hacerlo feliz.
El padre y la madre son importantes para el niño. Cada uno aporta en su vinculación exclusiva el componente psicológico y emocional suficiente, que le permitirá sentirse atendido en sus necesidades propias que solicita su desarrollo integral.
Papá y mamá contribuyen al desarrollo de una alta autoestima en el niño y la niña, los lazos de amor que se establecen en el seno familiar, permiten una vida y personalidad emocionalmente estable.
En esa dinámica de relaciones parentales, se establecen las bases para una estima positiva y poseer la actitud suficiente para ser exitoso y triunfador.
Para Corkille (1980) "... la autoestima es el factor que decide el éxito o el fracaso de cada niño como ser humano." (p.21) y es la familia en primera instancia, quien ofrece el contacto más íntimo para atar a los hijos con el amor y el respeto de sí mismo como una persona valiosa, digna de amar y sentirse amado.
El contacto auténtico y lleno de plenitud, le enseña al niño y a la niña a valorarse a sí mismo y a quienes se relacionarán posteriormente con ellos.
Y serán felices, en la medida que se le ofrezca una experiencia familiar que estimule su crecimiento, potencialidades y autoestima.
Lo que nuestros hijos sean como personas integrales, dependerá en suma medida, de la conciencia que tengamos de esa efectividad y proactividad en la formación de sus personalidades.
El aprendizaje que ofrece el contexto familiar es definitivo. Los hijos serán lo que sus familias le ofrecieron.
LA RELACION DEL PADRE CON SUS HIJOS E HIJAS.
El padre en su relación con su descendencia aporta lo masculino, la fuerza, lo racional, la capacidad de riesgo.
Es una relación formal y asumida y que se puede ver amenazada por la falta de contacto, la descalificación, el maltrato físico y verbal así como del mal manejo de situaciones familiares que se ocultan con la mentira y la incongruencia con lo que se dice y se siente en realidad.
La única manera para que se produzca el rompimiento de esa vinculación es por el abandono real y físico del padre, bien sea por el divorcio, la muerte o el abandono consciente para liberarse de la responsabilidad de criar al hijo.
Esa relación biológica y orgánica que se atesora desde que ocurre el encuentro entre las células germinales, no podrá ser reemplazada por nadie.
Insistir que el rol paterno puede ser asumido por cualquier hombre, descalifica al padre y refuerza toda una conducta social del machista "padrote" que deja a su paso niños y niñas destriangulados y abandonados de todo cariño paternal.
Hasta ahora se ha creído que los papás sólo aportan sus espermas para que en el vientre de las mamás se inicie todo un proceso biológico y fisiológico que permitirá dar vida a un nuevo ser, y que la relación de este con su papá se inicia justamente a partir de ese momento.
Sin embargo en estudios realizados de reciente data, se ha comprobado biológicamente que la relación se inicia desde el mismo momento en que ocurre la concepción.
Resulta que los investigadores del Memorial University en Saint Jean de Terranova (Canadá) constataron que a los hombres también les ocurren cambios hormonales cuando van a ser padres.
Aunque se presentan en niveles inferiores que el de la mujer, estos presentan el mismo esquema.
El estudio agrega que de las 34 parejas estudiadas, todos los padres manifestaron síntomas similares a los de las madres y lo denominan "embarazo empático". (El amor paternal, 2000. Enero, 5)
Por esto, no se puede afirmar terminantemente que el amor de madre es el único, existe el del padre que desea a su hijo e hija para sentirse y hacerlo feliz.