Un ecuatoriano separado de una viguesa se fuga con el hijo de ambos
LA VOZ DE GALICIA 15 DE OCTUBRE DE 2002
-La mujer afirma que teme ahora que su ex marido pretenda huir a su país con el niño
-Samuel, de seis años, llamó llorando a su madre diciendo que estaba ayer en un hotel de Madrid
Publicado el
La cara de la viguesa Marta Rodríguez refleja todas las emociones negativas que puede albergar una madre ante la ausencia no deseada de su hijo.
El pequeño tiene seis años y se llama Samuel, y desde el pasado viernes se encuentra, presuntamente contra su voluntad y en compañía de su padre, en paradero desconocido.
El presunto secuestro del niño se produjo en la noche del pasado viernes, durante el turno de visitas que establece el convenio de separación firmado voluntariamente por ambos cónyuges.
Nicolás Endara, de nacionalidad ecuatoriana, tendría que haber dejado al niño a las 21.00 horas en casa de Marta, pero no fue así.
A las 01.30, ella recibió una llamada en la que el niño le pedía que fuera a recogerle.
«Decía, entre lloros, que se encontraban en un hotel a las afueras de Madrid y afirmaba tener mucho miedo», asegura Marta.
Después, el teléfono se cortó.
Anteayer, la mujer denunció el caso en el Juzgado de Instrucción.
La denuncia por secuestro está fundamentaba en una provisión del convenio de separación por el que ambos cónyuges no podían abandonar el país, y, aunque el niño pasase el fin de semana con el padre, tenía que estar localizado en todo momento.
Ahora, el juzgado ha dictado una orden internacional de búsqueda y captura, pero no ha considerado otras dos peticiones de la madre.
«Queríamos que se rastrearan las llamadas efectuadas desde el móvil de mi ex marido en la madrugada del sábado y que se registrara su domicilio en Vigo, pero el juez dijo que quería esperar a ver toda la documentación», comentó ella.
Críticas al juzgado
Marta Rodríguez criticó ayer al Juzgado de Familia y a la Fiscalía por no tomar medidas antes de que se produjera el presunto secuestro.
«Tenían documentación suficiente como para impedir las visitas libres y mantener las visitas tuteladas.
Ahora, la jueza está pálida con lo sucedido.
Cuando les pedimos que no se suspendieran las visitas tuteladas, nos dijeron, tanto en la Fiscalía como en el Juzgado, que el caso se estaba llevando correctamente.
Incluso, después de conocer que hace meses tenía dos billetes de avión para él y mi hijo, la jueza me dijo que le quería dar un voto de confianza», denuncia Marta Rodríguez
La difícil situación que vive no es nueva.
En 1999 decidió venir a España de vacaciones con su hijo, pero su marido la denunció en Ecuador por secuestro.
Alicia del Burgo, presidenta de la asociación Madres en Acción, recuerda que fue «una encerrona».
«El problema es que le llevaron muy mal el asunto, no tenía razón de ser porque no había ni siquiera separación ni custodia, pero él presentó una documentación falsa conforme ella pedía un permiso de salida con el niño y él se lo denegaba, pero ya está archivado», dice Alicia del Burgo.
Jorge Lamas (vigo)
(Nota de la AS. Gallega de Padres y Madres Separados:
el padre vino a España para ver a su hijo y hacer valer una sentencia ecuatoriana que le concedía la custodia a él.
La madre estuvo en paradero desconocido con el niño durante muchos meses y contó con la ayuda de una conocida asociación viguesa para ello.
Como de costumbre, lo paga el niño)
El pequeño tiene seis años y se llama Samuel, y desde el pasado viernes se encuentra, presuntamente contra su voluntad y en compañía de su padre, en paradero desconocido.
El presunto secuestro del niño se produjo en la noche del pasado viernes, durante el turno de visitas que establece el convenio de separación firmado voluntariamente por ambos cónyuges.
Nicolás Endara, de nacionalidad ecuatoriana, tendría que haber dejado al niño a las 21.00 horas en casa de Marta, pero no fue así.
A las 01.30, ella recibió una llamada en la que el niño le pedía que fuera a recogerle.
«Decía, entre lloros, que se encontraban en un hotel a las afueras de Madrid y afirmaba tener mucho miedo», asegura Marta.
Después, el teléfono se cortó.
Anteayer, la mujer denunció el caso en el Juzgado de Instrucción.
La denuncia por secuestro está fundamentaba en una provisión del convenio de separación por el que ambos cónyuges no podían abandonar el país, y, aunque el niño pasase el fin de semana con el padre, tenía que estar localizado en todo momento.
Ahora, el juzgado ha dictado una orden internacional de búsqueda y captura, pero no ha considerado otras dos peticiones de la madre.
«Queríamos que se rastrearan las llamadas efectuadas desde el móvil de mi ex marido en la madrugada del sábado y que se registrara su domicilio en Vigo, pero el juez dijo que quería esperar a ver toda la documentación», comentó ella.
Críticas al juzgado
Marta Rodríguez criticó ayer al Juzgado de Familia y a la Fiscalía por no tomar medidas antes de que se produjera el presunto secuestro.
«Tenían documentación suficiente como para impedir las visitas libres y mantener las visitas tuteladas.
Ahora, la jueza está pálida con lo sucedido.
Cuando les pedimos que no se suspendieran las visitas tuteladas, nos dijeron, tanto en la Fiscalía como en el Juzgado, que el caso se estaba llevando correctamente.
Incluso, después de conocer que hace meses tenía dos billetes de avión para él y mi hijo, la jueza me dijo que le quería dar un voto de confianza», denuncia Marta Rodríguez
La difícil situación que vive no es nueva.
En 1999 decidió venir a España de vacaciones con su hijo, pero su marido la denunció en Ecuador por secuestro.
Alicia del Burgo, presidenta de la asociación Madres en Acción, recuerda que fue «una encerrona».
«El problema es que le llevaron muy mal el asunto, no tenía razón de ser porque no había ni siquiera separación ni custodia, pero él presentó una documentación falsa conforme ella pedía un permiso de salida con el niño y él se lo denegaba, pero ya está archivado», dice Alicia del Burgo.
Jorge Lamas (vigo)
(Nota de la AS. Gallega de Padres y Madres Separados:
el padre vino a España para ver a su hijo y hacer valer una sentencia ecuatoriana que le concedía la custodia a él.
La madre estuvo en paradero desconocido con el niño durante muchos meses y contó con la ayuda de una conocida asociación viguesa para ello.
Como de costumbre, lo paga el niño)
