El niño es un arma arrojadiza
El padre del niño desaparecido con su madre culpa al Estado. En esta página
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Alejandro Urcera, padre del niño vigués de 6 años que actualmente se encuentra con su madre, María Iglesias Gil, en paradero desconocido, denunció hoy que su caso es una "locura" de la que la responsabiliza al Estado.
Urcera compareció el 25 de marzo en conferencia de prensa para explicar los pormenores de su situación después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos haya admitido a trámite una demanda presentada en el año 99 por su ex mujer contra el Estado español.
El documento está basado en la supuesta violación por parte del Estado, a través de sus órganos jurisdiccionales, del Convenio Europeo de Derechos Humanos en un caso de supuesto secuestro monoparental. Según explicó, Urcera decidió llevarse en el año 1997 a su pequeño porque no se le concedió una ampliación de su régimen de visitas y no estaba dispuesto a verle sólo cuatro horas a la semana. Asegura que regresó voluntariamente tras llegar a un acuerdo con su ex mujer para tener custodia compartida, un acuerdo que no llegó a firmarse, indicó, porque el mismo día que iba a formalizarse su ex mujer escapó con el niño.
A juicio de Alejandro Urcera el Tribunal de Estrasburgo ha admitido a trámite esta demanda sin saber, entre otras cosas, que María Iglesias se encuentra en paradero desconocido desde entonces y que está imputada en un delito de maltrato psicológico, y desconoce el estado psicológico del pequeño.
El padre no descarta demandar al Estado español por el "secuestro legal" de su hijo, pues denuncia que existe cierto "machismo obsoleto" en el sistema judicial y la legislación española a la hora de decidir sobre la custodia de los menores. Para él, "más que un padre que se lleve a su hijo, lo grave es que cada año decenas de miles de niños españoles se queden sin padre legalmente", lo que califica de "error gravísimo" de la justicia española.
En su opinión, la solución a casos como el suyo está en la reforma de la ley del divorcio, que debería contemplar -opina- la "custodia compartida automática" desde el mismo momento en que una pareja se separa.
En su comparecencia, Alejandro Urcera denunció la situación de "desamparo judicial" del pequeño durante toda su vida y criticó la actuación que las autoridades judiciales están realizando en este caso, puesto que se niegan a requerir a su ex mujer para que presente al niño en el juzgado.
Además, asegura que las autoridades judiciales, y a pesar de haber admitido a trámite una denuncia contra María Iglesias por presuntos malos tratos psicológicos al niño, le han denegado la orden de localización del menor.
Alejandro Urcera aprovechó su comparecencia ante los medios para pedirle a su ex mujer "que deje de hacerle daño a nuestro hijo" y trate de llegar a un acuerdo que, en su opinión, pasa a medio plazo por la custodia compartida.
Indicó que está dispuesto "a dejar el poco dinero que me queda como fianza" para demostrar a María Iglesias y al juzgado que su intención no es volver a llevarse al pequeño.
Urcera compareció el 25 de marzo en conferencia de prensa para explicar los pormenores de su situación después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos haya admitido a trámite una demanda presentada en el año 99 por su ex mujer contra el Estado español.
El documento está basado en la supuesta violación por parte del Estado, a través de sus órganos jurisdiccionales, del Convenio Europeo de Derechos Humanos en un caso de supuesto secuestro monoparental. Según explicó, Urcera decidió llevarse en el año 1997 a su pequeño porque no se le concedió una ampliación de su régimen de visitas y no estaba dispuesto a verle sólo cuatro horas a la semana. Asegura que regresó voluntariamente tras llegar a un acuerdo con su ex mujer para tener custodia compartida, un acuerdo que no llegó a firmarse, indicó, porque el mismo día que iba a formalizarse su ex mujer escapó con el niño.
A juicio de Alejandro Urcera el Tribunal de Estrasburgo ha admitido a trámite esta demanda sin saber, entre otras cosas, que María Iglesias se encuentra en paradero desconocido desde entonces y que está imputada en un delito de maltrato psicológico, y desconoce el estado psicológico del pequeño.
El padre no descarta demandar al Estado español por el "secuestro legal" de su hijo, pues denuncia que existe cierto "machismo obsoleto" en el sistema judicial y la legislación española a la hora de decidir sobre la custodia de los menores. Para él, "más que un padre que se lleve a su hijo, lo grave es que cada año decenas de miles de niños españoles se queden sin padre legalmente", lo que califica de "error gravísimo" de la justicia española.
En su opinión, la solución a casos como el suyo está en la reforma de la ley del divorcio, que debería contemplar -opina- la "custodia compartida automática" desde el mismo momento en que una pareja se separa.
En su comparecencia, Alejandro Urcera denunció la situación de "desamparo judicial" del pequeño durante toda su vida y criticó la actuación que las autoridades judiciales están realizando en este caso, puesto que se niegan a requerir a su ex mujer para que presente al niño en el juzgado.
Además, asegura que las autoridades judiciales, y a pesar de haber admitido a trámite una denuncia contra María Iglesias por presuntos malos tratos psicológicos al niño, le han denegado la orden de localización del menor.
Alejandro Urcera aprovechó su comparecencia ante los medios para pedirle a su ex mujer "que deje de hacerle daño a nuestro hijo" y trate de llegar a un acuerdo que, en su opinión, pasa a medio plazo por la custodia compartida.
Indicó que está dispuesto "a dejar el poco dinero que me queda como fianza" para demostrar a María Iglesias y al juzgado que su intención no es volver a llevarse al pequeño.