Padres y Madres Separados

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Consejos para separarse

Luís nos envía unas acertadas directrices para afrontar esas tristes circunstancias

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2-REACCIONES DE LOS HIJOS ANTE LA SEPARACION CONYUGAL

Las principales consecuencias psicológicas que la ruptura conyugal puede generar en los hijos son:
· Hasta los 6 años: un gran temor a ser abandonados, junto con una profunda sensación de pérdida y de tristeza. Pueden sufrir trastornos del sueño, de alimentación y adoptar conductas regresivas.
· Desde los 6 a los 9 años: aparecen sentimientos de rechazo, las fantasías de reconciliación y los problemas de lealtad.
· De los 9 a los 12 años: suelen manifestar sentimientos de vergüenza por el comportamiento de sus padres, y cólera o rabia hacia aquel que tomó la decisión de separarse.
Además aparecen los intentos de reconciliar a sus padres, el descontrol de los hábitos adquiridos y problemas somáticos(dolores de cabeza, estómago..)
· De los 13 a los 18 años, etapa adolescente: ésta de por sí es una etapa en la que los adolescentes necesitan unos puntos de referencia estables, patrones morales, éticos conductuales y educacionales, con los que se puedan identificar o rebelar.
Necesitan que se les ayude a determinar sus propias necesidades, que los padres dispongan de tiempo para escucharles y apoyarles en todas aquellas cuestiones que necesiten.
Además de todo lo anterior, los hijos adolescentes de padres separados se pueden sentir abrumados por el exceso de responsabilidades que recaen sobre ellos tras la ruptura y son proclives a la depresión y a la infravaloración. Generalmente 2 son las reacciones más comunes en esta etapa:
· Una madurez acelerada, es decir, el adolescente adopta el papel del progenitor ausente, aceptando sus responsabilidades.
· Por el contrario podría adoptar una conducta antisocial: no acata ni acepta las normas, desobediencia, conductas de robo, consumo de alcohol, drogas...
La separación no necesariamente debe causar estas reacciones, pero sí algunas de ellas. Por consiguiente la separación por sí misma no tiene que ser traumática, sino que el impacto emocional será mayor o menor en función de los siguientes factores:
· La intensidad de la dependencia emocional del niño con sus padres y las características y duración del conflicto entre el padre y la madre.
· El grado en que los hijos sean el centro de los procesos emocionales familiares.
· La seguridad y continuidad en la relación con ambos progenitores después de la separación
· La estabilidad emocional de ambos progenitores después de la ruptura
· El estadio evolutivo del menor
· La ausencia o presencia de información ofrecida al menor sobre la separación y las condiciones en que se genera
· La forma en que se de la separación

· Por Emeren Guelbenzu-Prof.Universidad P.Navarra.Mediadora de AGIPASE.
 
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