Padres y Madres Separados

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Los padres varones se transforman en sus peores enemigos

Acerca de cómo los padres varones se transforman en sus peores enemigos. escrito por Robert B. Gidding, abogado de familia.

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LOS PADRES VARONES NO DEBEN IRSE DEL HOGAR CONYUGAL Y ABANDONAR A SUS HIJOS, A MENOS QUE ENTRE AMBOS HAYAN ESTABLECIDO Y FIRMADO UN ACUERDO RESPECTO DE LA TENENCIA Y CUSTODIA DE LOS HIJOS Y LOS DIAS Y HORAS QUE LOS HIJOS VIVIRAN CON CADA PADRE.

Este acuerdo debe ser homologado por el juzgado a los efectos de darle efecto de cumplimiento legal.

Yéndose del hogar conyugal, los padres varones envían un terrible mensaje a sus hijos, especialmente si son muy chicos: que los hijos no les importan.

Abandonando el hogar conyugal, los padres varones prácticamente pierden cualquier ventaja para negociar custodia, tenencia ó alimentos.

Cuando la mujer pide al esposo que se vaya, el padre varón debiera cortés y firmemente decir "Estoy de acuerdo con irme pero primero quiero un acuerdo de separación por escrito que garantice los espacios y tiempos de mis hijos conmigo, además de una cuota razonable de alimentos, Si no querés hacerlo, no me voy, sugiero que te vayas vos".
Solamente por irse del hogar sin ningún acuerdo de tenencia firmado, los padres varones se ponen en desventaja para cualquier negociación posterior.

Supongamos que el padre varón se va, consigue un nuevo departamento y, llama a la mdre pidiendo "Me gustaría ver a los chicos, que se queden a dormir en mi departamento".
La madre puede mostrarse cooperativa pero, puede que no también.
Puede tratar de obstruir las visitas diciendo que los hijos no quieren quedarse a dormir, que el nuevo departamento del padre "no es como en casa", ó que los chicos están muy ocupados, etc.etc.

Dejar a los hijos con la madre le otorga a ella la oportunidad para hablar mal del padre a los hijos, alienarlos respecto del padre sin tener al padre presente para combatir esa alienación. YENDOSE DEL HOGAR SIN NINGUN ARREGLO POR ESCRITO, LOS PADRES VARONES SE PONEN A SI MISMOS A MERCED DE LA MADRE EN LO QUE RESPECTA A LOS HIJOS.