Padres y Madres Separados

Ayuda práctica, jurídica y psicológica padres, madres, separados, divorciados e hijos

Indicadores sociales de España

Obtenidos de la página del I.N.E.

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En el campo de la Familia, la edad media de entrada al matrimonio va en aumento y en 1996 supera ya los 30 años para los varones y casi alcanza los 28 para las mujeres.
La proporción de matrimonios civiles tiene una tendencia creciente.
En 1996 supera el 23% de los matrimonios celebrados en el año frente al 19% que representaban en 1990.
También tiende a disminuir la proporción de primeros matrimonios.
Ambos hechos se ven influidos por el progresivo aumento del número de divorciados o separados. En 1990 se producen 36.272 separaciones y 23.191 divorcios, cifras que pasan a ser en 1997 de 54.728 y 34.147 respectivamente.

Los hogares formados por parejas sin niños menores de 14 años han pasado de 1.876.600 en 1990 a 2.054.100 en 1996, lo que supone un aumento del 9,5%.
Por el contrario, las parejas con dos niños pasan de 1.067.000 a 936.800 en el mismo período, lo que representa una disminución del 12,2%.
A partir de 1995, las madres que tienen entre 30 y 34 años son las que aportan una mayor proporción al número de nacidos, 36,7% en 1996.
El grupo de madres comprendidas entre 25 y 29 años, que era el que tradicionalmente proporcionaba la mayor cantidad de nacimientos, queda en segunda posición, a 3 puntos porcentuales de diferencia. El tercer grupo que aporta la mayor proporción de nacidos es, por primera vez, en 1996, el de las madres entre 35 y 39 años. Hasta entonces el tercer grupo lo constituían las madres entre 20 y 25 años. La tasa de escolaridad en educación infantil es del 95% en el curso 1996-97
En el campo de la Educación, un primer aspecto a destacar es que en el curso 1996-97 la tasa de escolaridad en educación preescolar es del 95%. El número de aulas en que se imparte la educación infantil ha pasado de 40.000 en el curso 1990-91 a 54.000 en el curso 1997-98. La baja tasa de fecundidad en nuestro país ha hecho posible que esta mayor disponibilidad de recursos se traduzca en un aumento considerable en las tasas de escolaridad infantil.

Por otra parte, las diferencias en el nivel de estudios entre las mujeres de 25 a 34 años con las que ya tienen de 55 a 64 años, ponen de manifiesto el acelerado proceso de equiparación educativa entre las mujeres y los hombres. En efecto en 1997, el 53,4% de las mujeres de 25 a 34 años tiene estudios secundarios y el 32,4% posee estudios superiores; los porcentajes respectivos para la generación de 55 a 64 años son del 10,6% y el 4,6% respectivamente.
Se acortan diferencias entre hombres y mujeres en la disposición para integrarse en el mercado laboral