Padres y Madres Separados

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DIVORCIO EN ESPAÑA, EN BUSCA DEL RESPETO

La causa del divorcio es el matrimonio. Esta afirmación la hizo el gran cómico, ya fallecido, Groucho Marx.
Si alguien quisiera buscar razones filosóficas o morales, sobre si el divorcio es bueno o es malo, debe pedírselas al estado español

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Una cosa tan sencilla, por muchas autoridades, es manipulada, y mezclan situaciones sociales que no son capaces de resolver con posibles conductas o situaciones que no habría ni que conocer, ya que no lo exige la ley.

Esas mismas autoridades, animan a que las mujeres se puedan llevar menores del domicilio familiar sin control judicial alguno.

Problemas sociales, derechos de menores y un derecho reconocido por la ley.

Asociaciones feministas, colegios de abogados, asociaciones de abogadas, concejalías y otros muchos se creen con derecho a entrar en la vida matrimonial sin que una parte haya sido escuchada. Muchas decisiones, difíciles y controvertidas, son tomadas por esposas y madres, sin que el esposo y los hijos menores hayan tenido la más mínima posibilidad de defensa.

Para mí, una parte importante de lo que llaman violencia doméstica se evitaría si todas las esposas, principalmente, conocieran la Ley del Divorcio. Por supuesto, los esposos también deben conocerla.

Se nos quiere hacer creer que la separación y divorcio es una puerta de escape, cuando la situación es insostenible. No, es una puerta que siempre está abierta en todos los matrimonios en España, que, por supuesto, no tiene que utilizarse obligatoriamente, pero que sí me permite afirmar, que los dos esposos y cónyuges, en todo momento, deben considerarse que están libre y voluntariamente en el matrimonio.

Nadie les ha obligado a entrar en él. Juntos nos pidieron que autorizáramos su matrimonio. Nadie les impide salir.

La grandeza y la razón de ser de matrimonio está en la libre permanencia en él. La sociedad no pode reglas, aunque en la mayor parte de los matrimonios se hagan cosas parecidas, en todos los órdenes. Pero normas, que nadie se engañe, las ponen los cónyuges.

Por supuesto, dos personas distintas, que piensan distinto, con situaciones personales distintas, pueden tener altibajos, disparidad de opiniones sobre temas importantes que les puedan concernir a los dos o a los hijos.

En todos los matrimonios hay altibajos, sentimientos, sexo, problemas sociales, hijos y muchas otras cosas se mezclan en un espacio muy reducido.

Es curioso, la ley española no obliga a intentar una reconciliación entre los esposos, cuando se presenta una separación matrimonial.

No se obliga a entrar, no se obliga a estar, la ley no obliga a intentar reconciliar, la ley obliga a separar o divorciar.

No se obliga a nada, pues bien, no se nos obligue a admitir argumentos para conseguir un derecho que da la ley, sólo la ley.

Por ello, la única manera de no caer en la locura o en la violencia es respetar un derecho. Sí, aunque haya gente, que por muchas razones, esté en contra, la Ley del Divorcio permite separarse y divorciarse. Los argumentos de todo tipo se los tienen que pedir al estado español y a sus legisladores, no a mí. Yo no manifiesto nada. Es un derecho que no discuto.